
Acudieron al oir por emisora el aviso de una agresión en una vivienda situada en Puente de Vallecas. Hasta ahí se presentaror dos patrullas de la Policía Municipal y Nacional. Cuando llegaron a la vivienda, situada en la calle de Malgrat del Mar, llamaron al teléfonillo y abrió una mujer sin responder. Gritaba y lloraba y dejó descolgado el aparato, sin articular palabra, informaron fuentes de ambos Cuerpos. Ocurrió el pasado sábado a las 7 de la mañana. Una vez en el piso indicado, golpearon la puerta y nadie la franqueaba. Lejos, se seguían escuchando los sollozos y los gritos de auxilio femeninos, cada vez más apagados. Alarmados, los cuatro agentes lograron entrar en el piso: no habían echado la llave, por lo que les resultó fácil. En el interior había dos varones que hicieron caso omiso a sus requerimientos mientras las llamadas de socorro no cesaban. Es más, trataron de agredir a los agentes, que les redujeron y procedieron a su arresto. Al final, los funcionaron localizaron a la víctima, una joven de 25 años. Estaba magullada fruto de los golpes que acababa de recibir en el rostro y en costado, encerrada en el cuarto de baño de la vivienda. Para entrar, tuvieron que forzar la puerta y consolarla. Estaba muy nerviosa y agitada, Entre lágrimas relató que su marido cada vez que llegaba bebido a casa la insultaba, la amenazaba, la pegaba y la encerraba en una habitación hasta que lo consideraba oportuno. De hecho, la semana anterior la mujer le denunció por maltrato. Y ese día, el pasado sábado, su compañero hizo lo propio, ayudado por su amigo. Ambos estaban ebrios y fueron detenidos. Tienen 28 y 39 años. Todos son ecuatorianos, aunque uno de ellos ha adquirido la nacionalidad española.
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