Llevaban detrás de ellos casi ocho meses. Siete individuos, muy peligrosos y especializados, a los que se les imputa el mayor robo de joyas del año en España: un botín de dos millones conseguido en un establecimiento de Barcelona. El cerebro del golpe no es otro que Roberto Fernando Anaut Rubio, de 41 años, apodado «El Dragones» por sus numerosos tatuajes. Está considerado el discípulo más aventajado de Ángel Suárez Flores, alias Cásper, el ladrón más peligroso del país y que cumple una condena de cerca de un siglo de cárcel por sus «vuelcos» de droga. Se trata de uno de los butroneros más conocidos por la Policía Nacional, cuyo grupo de Robos de la UDEV Central, junto a los Mossos d’Escuadra, ha sido el encargado de dar con la banda. En la operación Judas Belcebú también ha sido arrestado Rubén Sánchez Hernández, español de 38 años, a quien ya se detuvo por el robo de varios cuadros de Francis Bacon en el domicilio del centro de Madrid del que fuera pareja del pintor irlandés. Los otros encartados son José Manuel Miravet Frechoso, de 43; el marroquí Ahmed Tourabi; Ismael García García, de 39; Daniel Ordóñez Rodríguez, de 29, y Yaiza Jiménez Pérez, de 27. Entre todos suman 86 antecedentes policiales, precisaron fuentes del caso. No ha trascendido si el juzgado que instruye el caso, el número 9 de Barcelona, ha ordenado su ingreso en prisión. El golpe fue cometido en la calle de Gleva de Barcelona, entre la de Balmes y la plaza de Lesseps, el 22 de febrero pasado. Los delincuentes, con guantes y monos, desactivaron todos los sistemas de seguridad y, tras perpetrar un butrón, estuvieron en el establecimiento desde las siete de la mañana hasta las diez de la noche, explicaron a ABC fuentes de la investigación. Quince horas en las que arramplaron con todo. Utilizaron un soplete y una corona dentada de 30 centímetros de diámetro para reventar la cámara acorazada de la joyería, que era de hormigón y tenía 10 centímetros de espesor. Luego, forzaron la caja fuerte metálica con el soplete. Se llevaron más de una veintena de sacos de piedras preciosas, relojes, útiles y dinero en efectivo. Todo suma más de dos millones de euros y no se ha recuperado nada del botín, apenas 2.600 euros en metálico aprehendidos en los registros domiciliarios practicados. La Policía Nacional destaca que «los arrestados son especialistas en la comisión de robos con fuerza, contando todos ellos con perfectos conocimientos en la desactivación remota de alarmas y el manejo de sopletes de oxicorte, lanzas térmicas o inhibidores de frecuencia». Llegaron a manipular el sistema de alarma mediante los códigos de acceso y deshabitaron los sensores de algunas zonas de local. El butrón lo practicaron desde el cuarto de contadores del vestíbulo del portal anejo, y desde ahí accedieron al vestuario de los empleados del taller de joyería. Las detenciones se practicaron el pasado 9 de octubre de manera simultánea en las viviendas de los presuntos ladrones: Getafe, Batres, Barcience (Toledo) y tres cayeron en Madrid capital. El Dragones fue arrestado en Boadilla del Monte, localidad en la que estuvo durante años regentando una famosa hamburguesería que le servía como tapadera para sus tropelías, hasta que la traspasó. Roberto Anaut fue capturado en 2016 por el robo de ocho millones de euros en otra fábrica de joyas de Paterna (Valencia). Se le detuvo por el ADN hallado, pero finalmente quedó absuelto. También se le investigó por el asalto al depósito judicial de droga de Valencia, en junio de 2014. Estaba en la lupa policial por haber participado en el intento de sustracción de 300 kilos, entre cocaína (100), marihuana (150) y hachís (60). Los delincuentes se hacían pasar por técnicos de telefonía y, en el momento de la desarticulación de la banda y en los doce registros practicados, se hallaron una pistola, un revólver, dos escopetas, tres chalecos antibalas, guantes, caretas, 15.000 euros, 45 teléfonos, siete vehículos de gran cilindrada y anabolizantes. Precisamente, en aquella operación Tushé, Anaut utilizaba su Burger Lobby como punto de reunión con otros supuestos miembros de la banda, para planificar el golpe. Cuando les sorprendió la Policía Nacional en Valencia, en plena faena, El Dragones intentó pasar desapercibido metiéndose entre el gentío de una discoteca cercana, en la zona del puerto, pero fue arrestado. Su implicación, a nivel judicial, finalmente no pudo ser probada y por esto estaba en libertad. Suma más de una veintena de reseñas policiales. El compinche fue detenido por llevarse cinco cuadros de Francis Bacon En cuanto al supuesta principal compinche en el «palo» de Barcelona, Rubén Sánchez Hernández, fue arrestado acusado de robar, en junio de 2015, cinco obras de Francis Bacon de la casa del que fuera su compañero y heredero, José Capelo, en la plaza de la Encarnación, junto al Senado. Aprovechó con sus compinches que estaba fuera, en Londres, para forzar la puerta de la vivienda y llevarse las piezas (valoradas en 30 millones de euros) y una caja fuerte con varias colecciones de monedas, joyas y demás efectos de gran valor. El caso fue resuelto por la Brigada Central de Patrimonio Histórico tras una investigación muy compleja, con la ayuda del Grupo XXIV de la Brigada de Policía Judicial de Madrid. En el caso no faltaron puristas del Rastro, un marchante de arte y un chófer karateka.De España https://ift.tt/34mK6p0
0 comentarios:
Publicar un comentario