
En apenas un par de semanas, como si de mágicas luciérnagas se trataran, millones de luces navideñas resplandecerán sobre las calles, plazas y edificios de Madrid. Y los preparativos para este despliegue ya han comenzado. Este martes, los operarios municipales estaban instalando el gran abeto que preside cada invierno la puerta del Sol y colgando las primeras lámparas en la calle de Carretas. En total, 263 horas de luz (por cierto, eficiente) hasta el día de Reyes. Aunque las fechas se confirmarán este jueves, el encendido está previsto para el 22 de noviembre o, como mucho, podría retrasarse hasta el día 28. En caso de que las luces brillen el próximo 22, sería una pequeña victoria para Madrid frente a la ciudad que pretende rivalizar este año con la capital: Vigo. La ciudad gallega encenderá sus luces el 23 de noviembre y, hace unos días, su alcalde, Abel Caballero, anunció que aceptaba «el reto» de su homólogo madrileño de comparar el alumbrado navideño de ambas urbes. Los que quieran comprobar si la capital goza de «las mejores luces» podrán disfrutar de la iluminación a partir de las 18 horas y hasta las 23 horas, domingos, lunes, martes y miércoles; y una hora más, hasta las 24 horas, jueves, viernes, sábados y vísperas de festivo. Además, el 24 de diciembre y el 5 de enero se mantendrán hasta las 3 de la madrugada y, en Nochevieja, hasta las 6 horas. Luces de estreno Los puntos de luz dibujarán un gato tratando de atrapar las estrellas, en Gran Vía, y cerezos en flor, en la glorieta de Carlos V y Matadero. Las calles de Jorge Juan, Marcelo Usera, Pedro Laborde y Boltaña también estrenarán nuevos diseños. Y varios arcos luminosos enmarcarán la calle de Velázquez, la calle Mayor y la carrera de San Jerónimo. Tampoco faltarán las brillantes cadenetas que alumbrarán árboles y espacios públicos, así como los tradicionales abetos navideños, además de en la puerta del Sol, en la plaza Mayor, la plaza de Callao, la plaza de Colón (con Génova), la plaza de San Juan de la Cruz y la calle de Fuencarral. Además, las luces conquistarán nuevos emplazamientos: la plaza de Oriente y el patio central del Conde Duque. Este año, el equipo de Almeida se desmarca del anterior diseño de Manuela Carmena. El Ayuntamiento de Madrid ha aumentado un 27,7% el presupuesto para el dispositivo lumínico, que supera los 3 millones de euros. Y no se limita a las luces, ya que recuperará el tradicional belén de la puerta de Alcalá —en lugar de las dos obras de Murillo y Maíno del año pasado—, e instalará otros cuatro en la puerta de Toledo, la puerta de San Vicente, la plaza Mayor y el viaducto de Segovia.
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