jueves, 11 de agosto de 2022

El calor y el frío para el intercambiador de Conde de Casal saldrán del Metro

Ahora que tanto se habla de la necesidad de ahorrar energía es cuando las miradas se vuelven hacia las alternativas que la madre naturaleza pone a nuestra disposición. Es el caso de la geotermia, o aprovechamiento del calor del interior de la tierra. Una fuente de energía aún prácticamente inexplorada en la ciudad –salvo honrosas excepciones– y que en breve puede tener una aplicación práctica de la que disfrutarán muchos madrileños: el nuevo intercambiador de transportes de Conde de Casal será abastecido en sus necesidades tanto de frío como de calor mediante la energía que saldrá de los túneles del Metro. El plan es ya más que un proyecto, es una realidad en ciernes: la Consejería de Transportes tiene previsto ponerlo en marcha ya en el momento en que comience a construir el intercambiador. Esta obra se licitará en 2023, y en cuanto empiecen los trabajos, también se iniciará la instalación técnica necesaria para que el aprovechamiento de la geotermia se estrene con la puesta en marcha del intercambiador. Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 2300 Código APP Los técnicos de Transportes e Infraestructuras, que dirige David Pérez, quieren abastecer todas las demandas térmicas, tanto de frío como de calor, del futuro intercambiador de Conde de Casal a través de un sistema de captación de energía geotérmica que se recogerá en la línea 11 de Metro, en el tramo situado entre las estaciones de Plaza Elíptica y Conde de Casal. Ahorrar energías fósiles «De esta manera –asegura el consejero–, el potencial energético geotérmico será aprovechado por consumidores en superficie, reduciendo el uso de energías fósiles para la climatización, y dará cobertura a la demanda de climatización y de producción de agua caliente sanitaria necesaria». La Dirección General de Infraestructuras de Transporte Colectivo va a ser la encargada de ejecutar el sistema de captación de energía subterránea, mediante perforaciones en el suelo en las que se introducirán captadores geotérmicos por los que circulará agua en un circuito donde se producirá el intercambio de calor en el terreno. El funcionamiento de la geotermia se basa en el hecho de que el subsuelo mantiene una temperatura estable todo el año, independientemente de las condiciones meteorológicas: en pleno invierno, con temperaturas exteriores de 5 grados bajo cero, o en verano con más de 35, bajo tierra se mantiene la temperatura inmutable . Cuando la instalación trabaja en modo calefacción, o produciendo agua caliente de uso sanitario, la bomba de calor extrae energía del terreno enfriándolo lentamente. Cuando lo que se demanda es frío, la máquina evacua el calor sobrante del edificio, para producir agua caliente sanitaria. Una vez cubiertas esa necesidad, se envía el calor al terreno. Del interior de la tierra El intercambiador de Conde de Casal es una de las nuevas infraestructuras que tiene previsto realizar la Consejería de Transportes. Tendrá una superficie de 6.447 metros cuadrados a climatizar, dividida en tres plantas. Toda la energía necesaria para ello saldrá del subsuelo, lo que supondrá el aprovechamiento de este potencial energético ahora inexplorado, aunque sí necesita un coste mayor de inversión inicial. Los costes de operación, consumo energético y mantenimiento son, sin embargo, en la geotermia los más bajos de todas las energías renovables. En la región se trabaja hace tiempo con distintos proyectos relacionados con la energía procedente del subsuelo. Entre ellos, está la iniciativa Madrid Subterra, que en fase aún de proyecto , ha elaborado estudios que demuestran que el calor residual de la estación de Metro de Sol es capaz de generar toda el agua caliente sanitaria que necesita la Real Casa de Correos y hasta un 25 por ciento de la calefacción que precisa. Kilómetros de redes de Metro, galerías de servicios por donde circulan millones de litros de agua, túneles atravesados por centenares de miles de vehículos son sólo algunas de las potenciales fuentes de energía con que contamos bajo el suelo de Madrid, y a las que por ahora no le sacamos ningún rendimiento: es energía que se expulsa al exterior en forma de calor, sin obtener ningún aprovechamiento de ello. La recientemente aprobada Ley de Cambio Climático reconoce por primera vez las energías residuales de las infraestructuras dentro de la categoría de energías renovables. Un paso de gigante, reconocen los expertos que llevan años trabajando en este campo, para poder sacar adelante muchos proyectos que hasta ahora no pasaban del papel. Calefactar 150.000 pisos Metro es, por sus características propias, una de las empresas con un mayor potencial en este campo: en un año, señalan los expertos, el calor expulsado por este medio de transporte equivale a las necesidades de calefacción de 150.000 viviendas. Noticia Relacionada VOLCÁN LA PALMA estandar No ¿Podrá La Palma iluminarse con el calor del volcán?: se estudiará con perforaciones de más de 10 kilómetros de profundidad Laura Bautista La geotermia contará con una inversión en tres islas con potencial volcánico para estudiar su aplicabilidad para generar energía A esta relevante iniciativa que se va a desarrollar en el intercambiador de Conde de Casal –pionera en España–, y que supondrá que la energía del subsuelo cubra al cien por cien sus necesidades de frío y calor, se sumará otra que la compañía Metro estudia en la actualidad: utilizar el agua que se filtra y ha de ser bombeada en la estación de Avenida de América para recogerla mediante bombas de calor y climatizar así la temperatura de la estación. Algo que podría llevarse a cabo coincidiendo con la futura remodelación de esta instalación. Calculan que de este modo, podría bajarse la temperatura en el interior de la estación hasta en 5 grados.

De España https://ift.tt/VqADb0M

0 comentarios:

Publicar un comentario