Tarde vacía de casta charra en la última de el Alfarero de Oro de Villaseca

Finalizó el XXII certamen del Alfarero de Oro en Villaseca de la Sagra con la sexta novillada en la que ha vuelto a asistir mucho público, como cada tarde en el coso de 'La Sagra'. Otros tres cuartos de entrada para ver un esperado desafío ganadero charro. A la postre lo más destacado se pudo ver en el cierraplaza, donde 'El Niño de las Monjas' , sabedor del resultado en las otras cinco contiendas, debía poner toda la carne en el asador. Entre un runrún, se fue tranquilo a la puerta de toriles y allí se hincó de rodillas para recibir al serio utrero de Pedraza de Yeltes. Momento de tensión solventado con serenidad por el novillero valenciano, que luego meció con la capa al novillo salmantino al son de la jota sagreña. En tres ocasiones se las vio con el picador, llegando a echar por tierra en el primer envite al del castoreño. Luego con la muleta estuvo solvente, poderoso y hasta torero, y tiró de recursos para tapar las carencias del novillo, que no le puso nada fácil su labor. Conectó con los tendidos sobre todo con la diestra, aunque hubo naturales importantes que se quedaron en la retina de los asistentes. El fallo con el acero le privó de tocar pelo, quedando silenciada una labor importante. En su primer astado, un terciado colorado de Paloma Sánchez Rico, quiso agradar de salida, logrando verónicas importantes. Dos arrancadas de lejos al caballo, quedándose el público con ganas de una tercera, ya que lo hacía con brío y alegría. En el trasteo fundamental, toda esperanza se difuminó, y la solvencia y profesionalidad del valenciano quedó patente en su correcta faena. Silencio tras acabar con el animal. Mala suerte para Calerito al lastimarse el titular de Galache, que fue devuelto y sustituido por un complicado novillo del San Martín. Sólo se le pudo ver queriendo pero no pudiendo, pues el animal reponía y complicaba cada vez más las cosas. Terminó rápido con el burel y se le complicó la cosa con el estoque de cruceta. Bonito y entipado fue 'Zorrero' de Raso del Portillo, bien toreado de capa y valientemente recibido en el centro del ruedo de rodillas con un cambiado por la espalda. Firme Calerito para aguantar las embestidas del toro salmantino, que salía siempre con la cara por arriba. A mitad de faena se acabó la codicia del animal, y la mala ejecución de la espada dejó en silencio una destacada labor. Del primer novillero, Diego Peseiro, destacaron los buenos pares de banderillas subiendo la temperatura en los tendidos. Empezó bien con el de Castillejo de Huebra llevando al animal templado y cosido a sus telas, pero pronto se acabó lo que se daba y cuando acabó su labor el público se lo agradeció con una ovación. Serio y astifino fue el cuarto de Juan Luis Fraile, que banderilleó la cuadrilla tras haber sufrido un pisotón el matador. La violencia del utrero le sirvió a Peseiro para pegarse un arrimón y justificar su paso por el Alfarero de Oro de Villaseca. Silencio cuando dobló su enemigo. Jorge Molina gana el Alfarero de Oro El torrijeño Jorge Molina ha sido declarado triunfador del Alfarero de Oro 2022 por el jurado de Villaseca de la Sagra. Es la primera vez que un novillero ha sido capaz de ganar el Alfarero de Plata y el de Oro. El premio a la mejor faena ha recaído en el novillero Sergio Rodríguez . El mejor par de banderillas ha sido para el banderillero toledano Jesús Alonso 'Chule', mientras que el mejor peón de brega ha sido elegido Marcos Prieto. Por su parte, el premio al picador más destacado es para Rafael Agudo , que recibirá el premio 'Agustín Pérez Mejorcito'. En el capítulo ganadero ha habido un claro triunfador: doblete para la ganadería de Cebada Gago , declarada la mejor de la feria, y 'Pintado' (número 35) como el mejor utrero del certamen. Por otro lado, el mejor novillo del Desafío del Campo Charro ha sido 'Zorrero', número 7 de la ganadería de Raso de Portillo.

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