viernes, 23 de septiembre de 2022

Museos de emoción

Cuenta Fernando León de Aranoa en ABC que los cines donde fue acuñándose, de joven, en la Gran Vía son ahora tiendas de ropa. La memoria de la cultura, en Madrid, alcalde, va perdiendo sus templos. Y sospecho que para siempre. Donde se estrenaban pelis de Coppola hay hoy un escaparate de calzoncillos de futbolista. José Sacristán suele darme también la anécdota melancólica de que ya no existen esos cines donde él hacía parada de peatón, cualquier tarde, por verse en la cartelera. La Gran Vía ha sido, hasta hace no tanto, un riel de cines , con su cartelería dibujada a mano, y era este prodigio una postal mayor de la ciudad, que ahora se ha pasado a la vida digital, como todo, o casi todo. Sé que las mocedades de Instagram van y buscan recodos de esta gran calle para hacerse sus fotos o videos de aspaviento, y así la Gran Vía ya viene obligada a parecerse a la Gran Vía de un móvil, y no al contrario. Madrid no existe, aunque sí. Pero existe primero en las redes, y luego la realidad tiene que asomarse a esa ficción dispersa y urgente, para avalarse. De modo que no hay cines en Madrid, y esto es triste novedad, alcalde, y no lo digo sólo por la maravilla de acudir a un estreno, sino también por el color que un cine pone a un sitio , con los novios haciendo cola de domingo, con los solitarios empleando el despiste en una de Almodóvar, con la tribu de colegas que escogen una película, u otra, en un zigzag de determinación, que suele decidir aquella que empieza antes. He hablado del cine de domingo, porque el cine tiene algo de pariente del domingo, y a la nada que es el domingo ha puesto siempre una alternativa de recreo, y de provecho. Voy viendo que nuestros cineastas, y nuestros actores, añoran los lugares donde fueron felices, que es decir aquellos lugares donde pilló la vocación sus vitaminas. La filosofía sostiene que el paisaje nunca cambia, pero el hombre sí. Esto ya no puede sostenerse ante el paisaje urbano, alcalde. Noticia Relacionada Historia de 13 años de amistad con Joaquín Sabina reportaje Si Sintiéndolo mucho Fernando León de Aranoa En el Festival de San Sebastián se presenta la gran película sobre el músico canalla. El cineasta relata en este texto cómo todo comenzó «mucho antes de que supiera que iba a hacer películas» Marlon Brando era un titán con moto, donde Sacristán ha sido un talento delgado, hoy se venden carcasas para móviles . Algún cine debiéramos preservar, alcalde. Siquiera sea por ir en romería un domingo a contemplar un museo de la emoción.

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