viernes, 30 de septiembre de 2022

Criticado en Bélgica y suplente para Ancelotti: Hazard vuelve a gripar

El pasado 29 de mayo, mientras el confeti sobrevolaba la fuente de Cibeles, la música le ponía ritmo al frenesí de la Decimocuarta y las cervezas hidrataban otra gesta europea del Real Madrid, Eden Hazard decidió coger el micrófono y lanzar una promesa a la parroquia blanca: «Madridistas, llevo tres años aquí con muchas lesiones y con muchas cosas, pero el año que viene lo voy a dar todo por vosotros». Cuatro meses después de aquel mensaje, la temporada de Hazard vuelve a ser otro día de la marmota para el belga: oportunidades desperdiciadas y banquillo como sino habitual. La vida deportiva le cambió por completo a Hazard el 26 de noviembre de 2019, cuando una fea patada de su compatriota Meunier -en un Real Madrid-PSG de la primera fase de la Champions- le mandó directamente al quirófano. Ahí empezó su odisea y su ocaso. Entonces era el mejor futbolista del mundo, tras Cristiano y Messi, y tenía un valor de mercado de 150 millones de euros. Hoy, es suplente de los suplentes del Madrid, su valor de mercado está en 12 millones de euros e, incluso, hasta en su propio país ya ha empezado a recibir críticas. Durante este parón de selecciones, el último antes del Mundial, Hazard ha completado dos pobres partidos con Bélgica que han hecho cuestionarse a los medios si merece ser titular en Catar. Además, ha generado un pequeño revuelo tras ser fotografiado el pasado miércoles en una discoteca de su país con una mujer que no es su pareja, motivo de carnaza la prensa rosa. Pero más allá de este episodio de su vida privada, lo relevante es que el capitán de la tercera clasificada en el último Mundial llega a Catar en el momento más delicado de su carrera, aunque él no lo vea de ese modo: «Me siento bien en el Real Madrid. Solo que juego menos, pero cuando juego, juego bien. Es una situación delicada porque quiero jugar más», explicó días atrás en una comparecencia con su selección. Una reflexión que no parece muy cercana a la realidad. Decisión técnica «El caso de Hazard muestra que es muy difícil volver a la primera fila en un deporte, un equipo y unas competiciones top. Diría que casi imposible. A los grandes equipos hay que venir jugado, por lo que en el Madrid o en el Barça no puedes decir que necesitas minutos. Usted tiene que venir en plena forma. Cuando se pierde el oremus en la alta competición es muy difícil recuperarlo», detalla el doctor Ripoll. «Este año ya está recuperado de sus muchas lesiones en el Madrid y ha jugado el 44% de los partidos», añade el prestigioso galeno. Es evidente que las tres primera temporadas, las catorce lesiones que sufrió -nueve musculares y cinco traumáticas- fueron una losa. Hazard solo pudo jugar 70 de 168 partidos (41%) tras acumular 534 días de baja, pero la realidad es que en esta temporada tampoco tiene demasiada participación. En este caso, por decisión técnica. Solo en Glasgow, en la primera jornada de la fase de grupos de la Champions , dio un rendimiento óptimo. Ancelotti apostó por él como delantero tras la lesión de Benzema y ofreció sesenta minutos decentes, coronados con un gol y una asistencia. El problema es que fue un espejismo. Su nivel ante el Celtic le valió para ser titular cuatro días después ante el Mallorca, pero contra los bermellones volvió a mostrar su flojo nivel habitual con la elástica del Real Madrid. Espeso de ideas, sin chispa y sin desborde. Desde entonces, ya no ha vuelto a tener más minutos y en Bélgica, por primera vez, ya le ven fisuras.

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