Sidecars: «Parece que nos están midiendo, a ver cuánto podemos aguantar»

Las capacidades creativas de Juancho, líder de Sidecars , quedaron completamente anuladas durante lo más duro del confinamiento. Pero cuando la vida empezó a recobrar la vieja normalidad, las canciones fueron saliendo una detrás de otra «con letras basadas en lo de siempre, mis vivencias y mis pensamientos», aunque esta vez con un notable poso dramático marcado por el desorden mundial. «Por primera vez, lo que me pasaba a mí era lo que le estaba pasando al mundo entero , literalmente. Normalmente tú tienes tu película, vives en tu burbuja, pero esta vez todos en este planeta compartíamos el mismo escenario, y durante bastante tiempo. Por eso creo que se va a identificar mucha gente con las letras». Así es como nació '13' , un disco reposado y con mimo por el detalle que a pesar de estar bañado de desazón, nos recuerda que siempre nos quedará la música. «Parece que nos están midiendo, a ver hasta dónde podemos aguantar», dice el baterista Ruly cuando les comentamos que las letras parecen sublimar la angustia generalizada en bastantes momentos del disco. «Ya no sólo desde arriba... parece que es el propio universo el que está diciendo 'a ver cuánta basura pueden aguantar estos humanos'. La sensación de que necesitamos una catarsis está muy presente». Parafraseando uno de los títulos del álbum, les preguntamos si falta 'ruido en la calle'. « No sé si en este país somos muy reivindicativos , o si tenemos capacidad de unión», responde Juancho, que en otro de los temas, llamado 'Precipicios', escribe: 'Voy a sentarme a esperar a que pasen los años, y se salve quien pueda'. «Ahí hablo de la sensación de estar a punto de alcanzar tus metas, y de la resignación de cuando te das cuenta de que eso nunca llega», dice el cantante y guitarrista, que por primera vez ha producido el disco mano a mano con su colaborador de siempre, Nigel Walker. Con '13' ya en la calle, Sidecars están ansiosos por arrancar lo que Juancho califica como «la gira más importante de nuestra vida», que pasará por Madrid el 28 de diciembre en lo que será su primera vez sobre las imponentes tablas del WiZink Center. «Tenemos el mejor repertorio y los mejores músicos de acompañamiento de nuestra carrera, y puedo garantizar que la gente se va a ir a casa con la sensación de haber vivido algo único, muy especial». Aunque hayan dado este paso de gigante al anunciar su debut en el antiguo Palacio de Deportes, en esta gira Sidecars no se van a olvidar de las salas de toda la vida, las que les vieron nacer y crecer, y que ahora se enfrentan a un otoño-invierno que no pinta del todo bien. « Son nuestra incubadora, y la gente no tendría la formación cultural que tiene si no fuera gracias a ellas », asegura el bajista Gerbass. «Las salas son unas luchadoras, y con ellas hay un problema institucional grave. Igual que se ayuda al Museo del Prado cuando lo necesita, se debería ayudar a El Sol, por poner un ejemplo». MÁS INFORMACIÓN Sidecars: «Esta pandemia es como el parchís, te comen y vuelta a empezar» «Hemos pasado muchos años en la escuela de las salas, quizá más de los que nos correspondía», añade Juancho. «Por eso ahora, al llegar a un sitio como el Wizink, lo valoramos más que nadie. Pero no se nos van a caer los anillos si tenemos que volver a bajar escalones y volver a las salas, porque son nuestro hogar. El lugar donde cogimos las tablas que ahora tenemos como banda. Ojalá tengan las ayudas que se merecen si las cosas se ponen feas este invierno, porque son lugares de creación de cultura, no sólo de entretenimiento».

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