sábado, 10 de septiembre de 2022

Sánchez asume que el líder del PP va en cabeza y busca desgastarle

Lo habitual, incluso lo que marca cierta tradición en el combate político entre un presidente y un líder de la oposición, es que el primero se cubra , sea más conservador, no se exponga excesivamente y evite, en definitiva, el cuerpo a cuerpo. Y que este último, por el contrario, busque, incluso a la desesperada, la manera de confrontar con la persona a la que aspira a derrotar en las urnas. Ejemplos hay sobrados en la democracia española. Felipe González tuvo que presentar una moción de censura, la primera de la historia, para que los españoles le viesen debatir con Adolfo Suárez , quien se parapetó en sus ministros para evitar el duelo con el joven socialista. A la inversa, el efímero líder de de la derecha, Antonio Hernández Mancha, hizo lo propio en los ochenta contra González, sin que ninguna de las dos iniciativas tuviese la más remota posibilidad de prosperar. Pasados los años, en 2015, Mariano Rajoy envió a su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, a un debate electoral con Pedro Sánchez, entonces líder de la oposición, Pablo Iglesias y Albert Rivera. Sin embargo, el desembarco de Feijóo este año como aspirante a La Moncloa, y unas encuestas que cada vez le sonríen más, está provocando un significativo cambio de roles, impulsado por los estrategas del PSOE y el Ejecutivo. El debate del martes en el Senado entre Sánchez y el líder del PP no será, a buen seguro, el único duelo entre ambos de aquí a las próximas elecciones generales, que el presidente sigue convencido de convocar en diciembre de 2023 , agotando el plazo máximo de la legislatura. El propio Sánchez ya admitió públicamente, antes del verano, que los sondeos no le van bien y que trabajará por «remontarlos» . Tirando de símil ciclista, en Ferraz dan por descontado que Feijóo lleva el maillot amarillo, el que luce el líder del Tour de Francia, y que para evitar que se corone al final de la carrera hay que desgastarle y atacarle en todas las etapas. «¿Insolvencia o mala fe?» Una buena prueba de ello se vio en la primera réplica de Sánchez al líder del PP en el debate del martes. Durante prácticamente el mismo tiempo que duró su primera intervención (alrededor de una hora), el jefe del Ejecutivo se empleó a fondo, en un discurso preparado al detalle por sus asesores, para desacreditar a su oponente . Incluso sacó a colación asuntos que Feijóo ni siquiera había mencionado, como los referidos a la banda terrorista ETA o a la renovación pendiente del Consejo General del Poder Judicial ( CGPJ ) , una prueba de que posiblemente esperaba una intervención de otro cariz por parte del líder del PP. Noticia Relacionada estandar No Unidas Podemos teme que la «obsesión» del PSOE con Feijóo les dañe Gregoria Caro Piden al presidente que se centre en la gestión del Gobierno y cumpla el acuerdo de coalición Uno de los mantras con los que le atacó fue el de reiterar una pregunta retórica acerca de algunas actuaciones o declaraciones del presidente del PP. «¿Es insolvencia o mala fe?» le inquirió en varias ocasiones, tanto en referencia a algunos tropiezos en materia económica (en su primer debate en el Senado Feijóo dio un dato erróneo sobre la prima de riesgo de España) como a su reciente referencia a 'El otoño del patriarca', la obra de Gabriel García Márquez, para describir lo que a su juicio es una situación de agonía política del líder socialista. Sánchez considera que le comparó con un dictador e insinuó que fue algo fruto de su desconocimiento del libro del Nobel. Los socialistas creen que Feijóo carece de preparación y que tampoco su equipo la tiene, y seguirán forzando ocasiones, dentro y fuera del Senado, para tratar de demostrarlo.

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