martes, 2 de agosto de 2022

«Imagine esto lleno, el aceite a 60º y con el aire a 27º...»

El mercurio así, como tal, a primera hora de la tarde del martes rozaba, según lo serio, los 38 grados . Muchos más al sol, 43° a ratos y más. Quien más quien menos, desde los 'rodríguez' a los que salían de holganza mínima, de cigarrillo, en la Gran Vía con su mandil y todo, se quejaban no ya del calor, sino del futuro. «Y mañana sin refrigeración», comentaba el arribafirmante con más solidaridad que guasa. Se ha hablado aquí de la primera ola de calor y de las subsiguientes, y fue y fueron y serán infernales. Y muy pocos sabían la letra grande y pequeña de Decreto Ley que en la práctica ayer entró en vigor. Pero que por refrigeración se considere 27 grados según la norma por la que se ha de regir el climatizador en los lugares públicos, lo que en Canarias ya va siendo calor, tenía a la gente ciscándose en el Gobierno y al más leído pensando en Europa, como Ortega. «¿Cómo va a pasar el mismo calor un danés que un español?», se preguntaba por Entrevías Antonio José Castaño, de Casa Toñín. Bajo una réplica de la Copa de Europa. Y la parroquia del bar respondía afirmativamente a Toñín, porque con el aire a 20° la vida tiene otro calor, incluso otra forma de metabolismo. «La tortilla es natural, mira, sin huevina». Pero es, dijo Toñín, «la ruina sobre la ruina». Era, no obstante, en la Gran Vía, cuna del refrigerio del madrileño tipo en agosto, donde había que poner el ojo, la cámara y darle voz y explicar la normativa a quienes se cargaban de bolsas. Nadie sabía nada, nadie quería fotografías y, eso sí, los abanicos andaban a la orden del día bajando y subiendo escaleras mecánicas. Reían sin decir nada, y nadie contestó a la pregunta del «qué será» del ocio barato y fresco en Madrid. Transeúntes ayer paseando por las calurosas calles de Madrid Tania Sieira Multas al frío Como en todo, es en la hostelería donde más se sufre esto. Ya lo dijo Toñín como sin decir: un descalzaperros legislativo y que él no era «danés», y que los señores de Europa, de donde parte la directiva, le «expliquen a un madrileño o a un cordobés» eso de la ratio de temperatura. 19º en los fríos, 27º en los calores. Y si no multa, por lo bajo, de 60.000 euros. La ruta de la previa de los 27° entendidos como frescor siguió por 'los esforzados de la ruta' (los cocineros), que tampoco comentaban mucho y el día de la aplicación del Decreto ya sudaban lo suyo. En la Casa del Abuelo, allá donde antañazo el suelo era un mosaico de cáscaras de gambas y de soldados de permiso. Allí, Guillermo, el encargado, lacónico, respondió que lo dice el BOE va a misa pese a los dolores. «Lo afrontaremos como todo». Se puso la mano sobre el habitáculo que rodea la plancha, y el mármol ardía aunque el aire andaba a 19°. Noticia Relacionada estandar No Ayuso no quitará la luz de los edificios públicos ni de los escaparates como pide el Gobierno y recurrirá la medida «si no es constitucional» EP La presidenta madrileña señala que esto generará «inseguridad», «espantará el turismo y el consumo» y cuestiona al Ejecutivo central: «¿Qué ahorro se pondrá a sí mismo? Más allá, un olor a matalahúga llamaba la atención. Un póster de Cristo malagueño, de roscos milagrosos, sobresaltada en la tarde ardorosa entre ventiladores coordinados como por magia. Rosa, dependienta de Dulces Regionales Bermejo y Hnos, emanaba un frescor de abanico mecánico, lo que Antonio Soler, Premio Nadal, llamaría 'Ultramarinos: el sol sale para todos'. Los dulces de chocolate mantenían su rectitud y el techo, con molduras añosas, también. Quizá por esa sapiencia constructiva del centro de Madrid. Medidas nórdicas Y había que ir a la Chocolatería de San Ginés, tan de Valle-Inclán en noches y luces de bohemia y parlar con su encargado, Baudilio, que condujo amablemente a los reporteros a donde la harina cobra forma revitalizante. «Imagina esto lleno, el aceite a 60°, y con un 'refrigerador' a 27º. Cierto que es que San Ginés tiene espacialmente una gran cocina , pero la reportera gráfica dio cuenta del vapor físico del líquido. Fuera cual fuese. En honor a la verdad, Baudilio entendía las cosas del ahorro y del cambio climático, no sudaba, y se posó junto a un cartel que avisaba del riesgo calorífico de las máquinas, que no de la atmósfera. El chocolate de los churros de Ramoncín y de Umbral, de Lolita y de Carmina Ordóñez, de vivos y muertos, sale a 80°, y perdón por la insistencia de cifras. Es justo y necesario. Trabajadora de una peluquería, lidiando con las temperaturas con ayuda de su ventilador Tania Sieira Abanicos y ventiladores Ya, a la tarde, los perjudicados se aferraban a las condiciones excepcionales que prevé la regla. En la inmensa fila del Museo del Prado, abanicos y ventiladores del chino. Junciel, de Miami, confesó que en Florida no se baja el aire de 21. Daban 40° en Madrid y en la puerta del Prado, que vuelve a salvarse por las «excepciones», el personal buscaba la salvación de los aspersores. Hacer pedagogía de 27° de frescor es complejo sin ser un funcionario en Europa y requemados de la solana. Aunque lo dicen los hosteleros en secreto: ¿Cómo explicar manías escandinavas en el desierto que es España? Y que será...

De España https://ift.tt/0NRDCso

0 comentarios:

Publicar un comentario