Óscar López aligera la estructura para hacerla más operativa

Óscar López, director de gabinete de Sánchez, aligeró la estructura de Presidencia en julio «para hacerla más operativa». Así lo contó ABC en el momento de la crisis de Gobierno: su equipo buscaba ‘clarificar funciones’ mediante una reducción moderada. El director de Gabinete de Presidencia mantiene las competencias que tenía Iván Redondo, su antecesor. De él depende la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno, que ahora encabeza Fran Martín Aguirre; la directora adjunta del Gabinete del presidente del Gobierno, Llanos Castellanos, y la Secretaría General de Asuntos Económicos y G-20, que mantiene a Manuel de la Rocha. Los tres con rango de subsecretario de Estado. De López depende también Seguridad Nacional, la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País a Largo Plazo y el Departamento de Análisis y Estudios. Los ajustes se hicieron más bien en segundos y terceros niveles. Las direcciones generales de Asuntos Exteriores y Unión Europea dependen ahora de la adjunta de López (Llanos Castellanos) y no de él. Y ‘de facto’ la Secretaría de Estado de Comunicación, que ahora ocupa Francesc Vallès, depende de López, pese a que tienen el mismo rango. Por otro lado, López mantiene y dirige un comité de dirección de la Presidencia del Gobierno y aquí entraron Vallès, la directora de gabinete de López, Sonia Sánchez, y de la Rocha. El Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil y el Alto Comisionado para España Nación Emprendedora siguen dependiendo de Presidencia. Comunicación mermada En julio, también se eliminó una de las cinco áreas que Miguel Ángel Oliver había creado en la Secretaría de Estado de Comunicación. Mientras a día de hoy se mantienen los departamentos de información nacional, información internacional, información autonómica y departamento digital. Se prescindió del departamento de información económica, que pasó a asumir sus competencias el responsable de información nacional, que sigue siendo Miguel Ángel Marfull. Los departamentos de Asuntos Nacionales y Asuntos Políticos se suprimieron. Pero se creó otro de Políticas Públicas con cinco unidades por debajo. Respecto a la organización anterior, hay tres direcciones generales menos. Hasta julio había 26 altos cargos y se bajó a 16 directores generales. López, Vallès y Aguirre eliminan uno cada uno respecto a sus antecesores.

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