El eterno debate en la Fórmula 1 enfrenta a los que otorgan todo el mérito de una victoria a la potencia y diseño de un monoplaza, directamente proporcional al presupuesto de la escudería, y los que creen en la pericia y en las manos del piloto. Esta porfía la dinamitó George Russell al colocar su Williams, un coche de la zona baja cuya pelea está en entrar en la Q2, entre el Red Bull de Verstappen y el Mercedes de Hamilton en la parrilla final. Probador de Mercedes, Russell (Norfolk, 1998) se convirtió en piloto titular de Williams en 2019 junto a Robert Kubica. En su palmarés en la Fórmula 1 no hay ninguna victoria, ninguna pole, solo cuatro puntos en este campeonato, logrados en el Gran Premio de Hungría. Pero los expertos y los cazadores de talentos ven en él a un futuro campeón del mundo. En Sakhir, el año pasado, heredó el asiento de Lewis Hamilton, que fue baja por Covid. Una oportunidad única que puso en un brete a Valtteri Bottas y que supuso una amenaza sobre el futuro del finlandés en la escudería de la flecha plateada. Y Russell, piloto debutante, estuvo a punto de superar a Bottas, segundo piloto del equipo campeón, si sus mecánicos no se hubieran equivocado en el montaje de sus neumáticos. El futuro de Russell y de Bottas, que parecen ligados el uno al otro, es un culebrón tan previsible como interminable en lo que parece ser una estrategia diseñada por Toto Wolff para no alterar la tranquilidad en el box de Mercedes. «No hay noticias en esta fase. No hay nada que anunciar este fin de semana y probablemente tampoco el fin de semana que viene», aseguró el piloto de Williams, que sí confesó haber mantenido conversaciones durante el parón veraniego. «Creo que no es un problema. Es preferible hacer las cosas bien antes que hacerlas rápido», añadió el británico, de 23 años, que se siente fuertemente vinculado con el segundo asiento de Mercedes, escudería con la que ha formado parte de su programa junior desde finales de 2016. «Si George lo hace bien, es un indicio de que un día estará en un buen coche, y con suerte luchará por victorias y campeonatos mundiales. Él lo sabe, solo necesita demostrar un trabajo sólido, no cometer ningún error y continuar con lo que ha hecho. No hay ningún cara a cara con Bottas. Tenemos total confianza en Valtteri, y lealtad, como siempre la hemos tenido», insiste Toto Wolff, director ejecutivo de la marca alemana, cada vez que le preguntan por el futuro de Russell. La primera fila de Williams desde 2017, lograda ayer en el mítico Spa-Francorchamps, es aval suficiente para Russell, que no descarta nada en la carera de hoy. El accidente de Norris cuando acariciaba la pole, permitió que Russell vuelva a la primera línea mediática de la Fórmula 1. Más presión para Bottas.De Deportes https://ift.tt/3sVi6Gm
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