Sin rastro 72 horas después del fugitivo más buscado de España en estos momentos: Martín Ezequiel Álvarez Giaccio, de 44 años, el individuo que el martes por la noche, presuntamente, mató a su hijo de dos años y medio en el hotel Concordia de Barcelona para vengarse de su mujer, de la que se había separado solo unos días antes y a la que amenazó las horas previas: «Te arrepentirás», le escribió. Los Mossos d'Esquadra lo buscan sin descanso desde entonces, junto a la Guardia Urbana, y las policías locales de toda Cataluña están en alerta. Pero además, dado el tiempo transcurrido sin noticias, la Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional se ha sumado con labores de Inteligencia previa por si el sospechoso hubiera salido de Cataluña, bien para esconderse en otra comunidad autónoma, o bien para refugiarse en Francia. En este caso son ellos quienes forman parte de la red europea de fugitivos en la que se integran policías de casi toda Europa. No se ha llevado a cabo, de momento, una labor operativa ni se ha oficializado esta colaboración, sino que se trata de estar en alerta por si es necesario que intervengan. «Lo que te mereces» Martín Ezequiel, español de origen argentino y economista de profesión, escapó por una valla del hotel en la zona de la piscina, tal y como captaron las cámaras de vigilancia. Acababa de enviar un mensaje que anticipaba el horror a la madre de su hijo: «En el hotel te dejo lo que te mereces», según avanzó 'La Vanguardia'. Y ese mensaje precipitó que la mujer, de origen francés, corriera a ese hotel de cuatro estrellas en el Paralelo y tratara por todos los medios de que le abrieran la puerta de la habitación. Cuando entró la Guardia Urbana la criatura ya estaba muerta y su cadáver, bajo la cama. El padre tomó decisiones que hacen pensar a los investigadores que está escondido en algún lugar. Primero el hecho de escapar y cerciorarse de que nadie lo veía, un movimiento también grabado. Segundo, nada más huir a través de una azotea, apagó su teléfono móvil. Tercero, había pedido dinero prestado a alguien de su entorno y en teoría llevaba su pasaporte consigo. No ha hecho desde entonces ningún movimiento que deje un rastro ni económico ni de otro tipo. Toda esa actuación, sumada a los vídeos que grabó en la piscina del establecimiento al pequeño esa misma tarde con mensajes para «mamá», apuntan a que su intención era salvarse. Sin embargo, fuentes de la investigación consultadas por ABC no descartan que haya podido suicidarse, dado el despliegue policial que existe desde poco después de ocurrir los hechos sin ningún resultado y que, como se ha dicho, no existe ni un solo rastro. Su entorno, en principio, tampoco le está dando cobertura. El hotel Concordia no está lejos de la montaña de Montjuic, una zona que al parecer conoce bien y frecuentaba. «Si se hubiera querido suicidar, el llamado suicidio ampliado, que lleva a quien lo comete a creer que la otra persona -en este caso su hijo- está sufriendo tanto como él y no puede dejarla viva, lo habría hecho en ese momento», explican fuentes policiales. «Parece una huida preparada. Pero es verdad que después de asesinar a tu propio hijo puedes recapacitar sobre lo que acababa de pasar y no ver otra salida que matarte». Esas son las dos hipótesis que se manejan y nadie parece decantarse a favor de una o de otra. Las pesquisas que lleva a cabo la división de investigación criminal de la región policial Metropolitana Norte de los Mossos están centradas en familiares y amigos del presunto asesino, que se había trasladado a El Vendrell a vivir con su padre tras la separación. Él no aceptaba el fin de la relación y tampoco se había establecido aún ningún convenio regulador sobre las visitas o la custodia del niño. En su perfil profesional, el economista, reconvertido en filicida, se define como una persona con valores tales como: la profesionalidad, la comunicación, el trabajo en equipo, la sinceridad, la adaptación, la versatilidad, la empatía y el compromiso.De España https://ift.tt/3zucsxy
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