Tomás Conde (T.Konde) tiene 46 años, una lacia melena azabache, alguna que otra pequeña deuda y arte, mucho arte. Tenía 16 cuando dejó la chabola y arribó en El Ruedo (Moratalaz) junto a sus padres y sus diez hermanos. Hace una década, sus progenitores vendieron la casa y cada hijo buscó su camino. Dos de ellos murieron por la droga; otros se casaron, tuvieron hijos y lograron un piso en el propio Ruedo. Y Tomás, saca el móvil, busca uno de sus portentosos vídeos y se arranca a cantar: «Esta es la historia de alguien de buena familia, colegios caros, dinero y en la almohada una Biblia...». La vida de Tomás no es fácil. Vive en una furgoneta, duerme en un... Ver MásDe España https://ift.tt/3Bnz6s6
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