martes, 31 de agosto de 2021

El violento y complejo crimen del descampado de Vallecas: la víctima estaba desnuda y con los dedos amputados

Conseguir averiguar la identidad del hombre que fue hallado calcinado en un descampado de Villa de Vallecas es el principal objetivo de los investigadores del Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional. Pero la tarea se torna cada vez más complicada: la víctima, que no portaba documentación, tenía todos los dedos de las manos amputados. Además, el cuerpo sin vida estaba semidesnudo y envuelto en una cortina de ducha, han explicado fuentes policiales a este diario. El relato de los violentos hechos se inicia a las once de la mañana del domingo. Alertados por el olor a quemado y el humo, vecinos del Cerro del Murmullo, en el Ensanche de Vallecas, dieron la voz de alarma a los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid después de que se iniciase un pequeño incendio de pasto . Inmediatamente, los profesionales se desplazaron a la zona, sin que nada hiciese presagiar el motivo de las débiles llamas, que estaban localizadas y no se habían propagado. Al sofocarlas, y a los pies de un árbol, observaron un bulto cubierto por una tela. Era el cuerpo sin vida de un hombre que yacía carbonizado y semidesnudo sobre la tierra del descampado. Hasta el enclave se trasladaron agentes de la Policía Nacional, que señalizaron, balizaron y precintaron el área en busca de posibles pruebas. Acudieron también el Grupo de Delitos Violentos de la Brigada de Policía Científica, que se encargó de llevar a cabo la inspección ocular técnico policial, y el Grupo VI de Homicidios, que se hizo cargo de la investigación. Sin descanso, trabajan en tratar de esclarecer lo ocurrido y dar respuesta a todas las incógnitas: quién era el hombre, cómo lo mataron, por qué y quién llevó a cabo el presunto homicidio. Contestarlas es, entre las quemaduras y la amputación de los dedos, muy dificultoso. Aunque no se descarta ninguna hipótesis, todo apunta a que el fuego fue intencionado y que lo produjeron los agresores con el objetivo de deshacerse del cadáver y complicar las indagaciones. A esto se suma la mutilación, que impide a los policías averiguar la identidad mediante las huellas dactilares. Por su parte, las quemaduras dificultan saber si presentaba heridas y cuáles eran, así como si se utilizó algún arma para causarle la muerte, aunque en las inmediaciones no se encontró ninguna. Tras el levantamiento del cadáver, el cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Valdebebas, donde ayer comenzó a practicarse la autopsia. Allí, trabajan con las piezas dentales de la víctima, que pueden aportar información a los agentes, algo que se demorará días y que califican como «muy laborioso». Estudian también si se utilizó algún tipo de acelerante para favorecer la combustión. Toxicómanos y ‘cruising’ El Cerro del Murmullo se encuentra en la zona este de Villa de Vallecas, entre la parada de Metro de Valdecarros y la parte que lleva a la Cañada Real. Por ello, es lugar de tránsito de muchos toxicómanos que acuden al sector 6 en busca de su dosis o que, incluso, viven en el poblado chabolista. Además, al tratarse de un espacio poco urbanizado y sin muchos paseantes, se convierte en el sitio perfecto para quienes practican ‘cruising’. Esto es la actividad sexual que se realiza el aire libre y en lugares públicos entre hombres desconocidos. Ellos mismos publicitan las quedadas en las redes sociales o páginas web creadas exclusivamente como un mapeo de los puntos de encuentro. En ellas advierten de que cada vez hay más presencia policial, pero «merece la pena el riesgo», y explican que la zona es «íntima, de edificios en construcción» y «natural, muy tranquila y sin peligro». Esto último, al menos, hasta el domingo.

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