La comisión delegada para asuntos de inteligencia, el órgano del Gobierno que debe velar por la adecuada coordinación de todos los servicios de información e inteligencia del Estado, no se reúne desde hace tres años y medio. Pedro Sánchez no ha convocado ninguna reunión de esta comisión desde que gobierna con Unidas Podemos, según reconoce Presidencia del Gobierno en una respuesta escrita remitida al PP en el Congreso. Por esta vía, el líder socialista ha impedido que tanto Pablo Iglesias cuando estaba en el Gobierno como Yolanda Díaz ahora, accedan a información sensible para el Estado, a pesar de haberles concedido un asiento en la citada comisión. Según la respuesta de Moncloa, fechada el pasado 6 de septiembre, Sánchez solo ha reunido a este órgano una vez desde que es jefe del Gobierno. Lo hizo el 12 de marzo de 2019 en la sede central del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y a la misma asistieron los entonces titulares de la vicepresidencia primera, Carmen Calvo; Asuntos Exteriores, Josep Borrell; Defensa, Margarita Robles; Interior, Fernando Grande-Marlaska; el gabinete de Presidencia, Iván Redondo; la secretaría de Estado de Seguridad, Ana Botella; la subsecretaría de Defensa, Alejo de la Torre; y el propio CNI, Félix Sanz Roldán. Parálisis excepcional Fuentes vinculadas a la seguridad nacional enmarcan esta ausencia absoluta de convocatorias en la intención de los socialistas de no compartir información sensible con su socio del Gobierno por recelos o falta de confianza. «Sánchez tiene acceso a toda la información del CNI al margen de esa comisión, lo que está haciendo es guardársela y no dársela a Podemos», señalan las mismas fuentes, tachando de «excepcional» esta falta de convocatorias. «No responde al funcionamiento ordinario que ha tenido esa comisión desde su constitución», subrayan. Noticia Relacionada estandar No Interior irrita a Defensa al marginar al CNI en la nueva ley contra financiación terrorista Ana I. Sánchez Chocó con Defensa por el acceso de los servicios de inteligencia a los titulares de cuentas bancarias Según la Ley Reguladora del CNI , a la comisión delegada del Gobierno para asuntos de inteligencia le corresponde también proponer al jefe del Gobierno los objetivos anuales del Centro Nacional de Inteligencia que han de integrar la directiva de inteligencia, realizar el seguimiento y evaluación del desarrollo de los objetivos del citado centro y velar por la coordinación de éste, de los servicios de información de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de los órganos de la Administración civil y militar. Desamparo y malestar No obstante, las citadas fuentes recalcan que esta situación no está afectando a la operativa del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y que, por tanto, no es vista como problemática desde los servicios de inteligencia. Pero no esconden que la labor de ese órgano colegiado es de aumentar la coordinación entre los distintos actores de la inteligencia. «Es un órgano constituido y con funciones», señalan, insistiendo en que lo adecuado es que se reúna pero que esas citas «no se requieren para el funcionamiento del Centro Nacional de Inteligencia, el malestar existe por otros motivos», apuntan, en referencia a la sensación de desamparo que existe en los servicios de inteligencia por las distintas decisiones que ha ido adoptando Sánchez desde el inicio de la legislatura. «Sánchez tiene acceso a toda la información, lo que no hace es compartirla», señalan distintas fuentes Desde entonces, el sentimiento de falta de respaldo por parte del Gobierno ha ido creciendo en Inteligencia y ha llegado a su culmen en los últimos meses. Primero, con el cese de la anterior directora del Centro, Paz Esteban, para apaciguar a ERC por el caso Pegasus , argumentando el espionaje sufrido por Pedro Sánchez , cuando la propia Moncloa había admitido previamente que el hoy ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, era el responsable de la seguridad del teléfono móvil del jefe del Gobierno. Después, con la retirada de los servicios de Inteligencia del País Vasco y su reducción en Cataluña, para dejarles fuera de la investigación de delitos relacionados con el secesionismo y el mundo proetarra. Falta de control del Congreso La no convocatoria de la comisión delegada para asuntos de inteligencia ha coincido en el tiempo con la ausencia de control sobre el uso de los gastos reservados por parte del Gobierno. La Cámara pasó más de tres años (desde marzo de 2019 hasta abril de 2022) sin realizar esa función, porque la falta de acuerdo sobre los integrantes de la comisión de gastos reservados impedía constituirla. El Ejecutivo decidió poner fin a esta situación el pasado mes de abril para contentar a los independentistas, cuyo acceso bloqueaba el PP. Para ello, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, rebajó la mayoría que el Reglamento exigía para constituir este órgano, lo que permitió citar a comparecer a la anterior directora del CNI, Paz Esteban, por el caso Pegasus. Desde entonces, esta comisión no ha vuelto a reunirse. El cese de Esteban, la retirada de País Vasco y Cataluña y la reforma de los secretos generan gran malestar en Inteligencia La reforma de la Ley de Secretos Oficiales también está alentando esa sensación de ataque a Inteligencia. Por un lado porque prevé ceder a Cataluña, País Vasco y Navarra, la potestad de desclasificar documentos sobre las materias en las que hoy tengan competencias. Por otro, porque prevé entregar a Bolaños la decisión de qué documentos se desclasifican, cuando esa función la ostentaba hasta la fecha la ministra de Defensa, Margarita Robles. «En vez de respaldar a los servicios de inteligencia, el Gobierno los ha puesto a los pies de los caballos», denuncia el portavoz del PP en el Congreso para Seguridad Nacional, Juan Antonio Callejas. Este diputado fue el que preguntó al Gobierno, junto a otros nueve compañeros de bancada, cuántas reuniones ha celebrado la comisión para asuntos de inteligencia.
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