Este triunfo de Carlos Alcaraz en el US Open, que lo eleva hasta el número 1 más joven de la historia de la ATP, es la confirmación de lo que lleva haciendo el tenis español muchos años. Es uno de los países con mejores números con respecto a grandes campeones del tenis. Y no paran de salir grandes jugadores. Además, la figura de Carlos será más allá que la de un gran jugador; será referente en el tenis mundial. La victoria ante Casper Ruud en Nueva York es romper unos números históricos muy relevantes y confirma que está hecho para ser uno de los mejores de la historia. Tiene 19 años, es verdad, pero los números que lleva estos meses (más títulos, 5, y más victorias, 50, que nadie), lo han conseguido otros jugadores que, con el tiempo, han hecho grandísimas cosas en el mundo del tenis. A pesar de su edad, Alcaraz es un jugador muy completo en todos sus golpes. Controla todas las partes de la pista. Desde el fondo no tiene agujeros y tiene gran calidad en media pista y red. Por supuesto, aún puede mejorar. Una de esas cosas, y que le vendrá con la edad y la madurez, es que tiene momentos en los que se acelera demasiado. A veces juega tan tan agresivo que busca más riesgo del que necesita. Debe intentar encontrar la calma en esos momentos que se revoluciona. Se ha visto que, ahora mismo, quien más le incomoda es Jannik Sinner. Tuvo opciones de ganarle en cuartos. Tiene unas características de juego que a Alcaraz le hacen daño; su velocidad de pelota consigue desbordarlo, algo que muy pocos logran por su condición física. Serán los que luchen por todo durante muchos años. A partir de ahora, Alcaraz es el nuevo número 1 del mundo y la responsabilidad es siempre muy grande. Ya ha manifestado que en ciertos momentos ha notado presión y que tiene que aprender a gestionarla. Y ahora sentirá esa presión de ser el líder. Pero lo bueno que tiene es que es un jugador que ha nacido para estar arriba y ganar grandes cosas y acabará gestionándolo bien, madurando, aceptando su situación y aprendiendo a convivir con lo que su estatus supone. Había dicho que su sueño era ser número 1 y ya lo ha conseguido. A veces se produce un vacío cuando consigues lo que tanto has anhelado. Desactivar esa sensación es un trabajo mental y una cuestión de ambición. Jugadores de esta calidad y estas características, que con 19 años consiguen estos objetivos, tienen una ambición que va más allá de alcanzar el número 1 y ganar un Grand Slam. Lo importante es buscar objetivos que te motiven y que te hagan seguir trabajando. Y en un deporte como el tenis tienes millones de nuevos retos cada vez: ganar más Grand Slams, como lo están haciendo Djokovic y Nadal; ganarlos en las diferentes superficies; también unos Juegos Olímpicos suponen una meta muy importante para los tenistas; ganar Copas Davis o estar más semanas de número 1. Objetivos para seguir compitiendo con ambición hay muchos; lo más importante es que consiga encontrar aquellos que le motiven para seguir trabajando y mejorando. SOBRE EL AUTOR Anabel Medina Extenista y capitana del equipo nacional de la Copa Billie Jean King
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