Sin protocolo de prevención

Si en el último pleno pudo verse al secretario general del PP, Teodoro García Egea, entrando con guantes en el Salón de Plenos, ayer fue la vicepresidenta segunda de la Cámara, Ana Pastor, la que portó esta herramienta de prevención que acompañó de una mascarilla. Sin embargo, los diputados están acudiendo a la Cámara Baja de forma ganeral sin guantes, ni mascarilla e incluso encontrándose en periodo de cuarentena. El motivo es que, a diferencia de lo que sucede en las empresas, servicios y otras instituciones, la Presidencia de la Cámara no ha dado instrucciones particulares sobre qué medidas de prevención deben seguir los parlamentarios en el interior del edificio más allá de las consideraciones hechas públicas por Sanidad. Las trabajadores de la limpieza, sin embargo, sí portan guantes y mascarilla, ya que se encargan de desinfectar en medida de lo posible la tribuna para que el siguiente diputado corra el menor riesgo posible de contagio. También los ujieres van protegidos, encargados de cambiar el vaso de agua tras la intervención. Corbata negra y granate El presidente del PP, Pablo Casado, acudió al Congreso de los Diputados con la corbata negra, en señal de duelo por los más de 15.000 fallecidos en España a causa del coronavirus. El PP lleva semanas pidiendo al Gobierno que decrete el luto oficial. Ayer, Casado se lo volvió a recordar a Sánchez. Mientras el Ejecutivo se decide, los populares han colocado las banderas a media asta en sus sedes y en las instituciones donde gobiernan. La corbata de Casado contrastó con la de Sánchez, de color granate. «Ya hay 15.000 víctimas en España. ¿Cuántos más tienen que morir para que decrete el luto nacional, para que cambie el color de su corbata?», le soltó el presidente del PP. Los «bots» El debate sobre la prórroga del estado de alarma en el Congreso tuvo un protagonista nuevo e inesperado: el «bot». Fue Pedro Sánchez el que coló el asunto de los perfiles automatizados en internet, cuentas usadas para difundir mensajes masivos en las redes sociales y que en la mayoría de las ocasiones usan «fake news» (noticias falsas) para colocar un mensaje determinado en la agenda. Al responder al presidente de Vox, Santiago Abascal, Sánchez se dirigió también a los «miles de bots que operan bajos sus órdenes en las redes sociales contra el Gobierno». A partir de ahí, los «bots» salieron a relucir en varias intervenciones desde la tribuna en diferentes ocasiones. Aplauso a las ocho El Pleno del Congreso empezó a las nueve de la mañana con un minuto de silencio, en recuerdo de los fallecidos por el Covid-19. A las ocho de la tarde, aún continuaba la sesión con los pormenores de los decretos económicos. Justo a esa hora, la presidenta interrumpió el debate para dedicar un aplauso a los profesionales sanitarios. Todos los diputados presentes se pusieron de pie para aplaudir. Lo mismo que ocurrió en la última sesión celebrada en el Hemiciclo. La «cobra» a Ábalos Al término del largo Pleno, al ministro de de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, se le olvidaron las normas de prevención de contagios y quiso darle dos besos de saludo a su compañera y portavoz del grupo, Adriana Lastra, cuando se acercó a felicitarla por su internveción. Pero la socialista, rápida y sabedora de los preceptos de distanciamiento, esquivó al ministro alertando de que que no se podía. Ábalos lo recordó, guiñó un ojo y bromeó con el despiste. Durante su intervención, Lastra también mandó callar a los diputados del PP, a los que pidió respeto mientras comparecía.

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