domingo, 26 de abril de 2020

El coronavirus tensa más la frágil relación de JpC y ERC

El gobierno de Quim Torra caminaba herido de muerte antes del inicio de la pandemia de coronavirus. De hecho, el propio presidente catalán había prometido anunciar la fecha de las elecciones que pondrían punto final a su mandato cuando se aprobaran los presupuestos de la Generalitat, trámite que se cumplió este viernes en el Parlament. No obstante, la crisis sanitaria ha difuminado los planes del Torra, que niega ahora la urgencia de convocar elecciones. A pesar de la situación de excepcionalidad causada por el Covid-19, JpC y ERC han seguido estas semanas intercambiando zancadillas y reproches, ahora, relacionados en mayor o menor grado con la gestión de una pandemia que ha causado más de 4.500 muertos en la comunidad. La última muestra de esta hostilidad se vivió esta semana en el Parlament, poco antes de que neoconvergentes y republicanos aprobaran los primeros presupuestos de este Govern. «Me sabe mal que el Parlament no lidere el futuro», le espetó Torra al presidente de la Cámara catalana, el republicano Roger Torrent. Con estas palabras le quiso reprochar su negativa a celebrar el pleno de forma telemática. ¿Un tecnicismo? En absoluto. El dardo de Torra conectaba con los primeros compases de la legislatura, cuando ERC se negó a celebrar una investidura telemática que hubiera permitido, según JpC, la investidura a distancia del fugado Carles Puigdemont. El gobierno JpC-ERC nació marcado por esa herida, que dos años después sigue supurando. Cuatro días antes, la Cámara catalana vivió otro roce entre supuestos aliados. El detonante fue la decisión de entregar a la Generalitat una partida de dos millones de euros para luchar contra el Covid-19. Todos los grupos del legislativo autonómico votaron a favor. El problema surgió cuando JpC propuso sumar a este importe los 300.000 euros que Torrent se había reservado para celebrar el cuarenta aniversario del Parlament, un proyecto en el que se ha implicado especialmente. Los republicanos se negaron y el asunto acabó filtrado a la prensa. La hostilidad entre socios también se ha sentido en el seno del Govern, donde Torra ha tomado decisiones que han importunado a ERC, como fichar de asesor al epidemiólogo Oriol Mitjà. Con todo, la más dura fue desautorizar y criticar públicamente a su consejero de Trabajo y Asuntos Sociales, el republicano Chakir El Homrani, por su gestión al frente de las residencias de ancianos. Finalmente, le acabó quitando esa competencia y la cedió al departamento de Salud.

De España https://ift.tt/2S9mZuw

0 comentarios:

Publicar un comentario