Si usted es una persona mayor o dependiente, está sola en su casa y necesita que alguien haga la compra por usted, apunte este teléfono: 660181258. Si llama y da su nombre y dirección, en cuestión de días o incluso de horas tendrá a una pareja de voluntarios en la puerta cargada de alimentos para usted. No se les reconocerá bajo sus equipos de protección, pero uno de ellos es famoso: no es otro que el cantante madrileño Huecco, que nada más empezar la pandemia reconvirtió su furgoneta de gira en un vehículo de solidaridad, llevando comida a los mayores de la región que lo necesiten. «La idea surgió porque vi que no había que hacer caso a lo que decían las administraciones, a todos lo niveles», asegura contundente. «Veía lo que pasaba en China, y no me lo creía. Intuía que era mucho peor. Puede parecer fácil decirlo a toro pasado, pero fue así. Y cuando vi lo que pasaba en Italia, lo tuve claro. No entendía cómo estábamos tan tranquilos en España, por qué no se tomaban medidas. Compré máscaras y me llamaban exagerado, pero yo respondía que nunca se sabe. Después compré trajes de protección. Y cuando entramos en estado de alarma decidí usar toda el equipo para ayudar, más allá de los típicos conciertos en Instagram. Y decidimos ayudar a los mayores, que son los que más lo están sufriendo» Huecco contactó con la Comunidad de Madrid para saber si tenía que pedir algún permiso para llevar a cabo su acción solidaria, «pero enseguida me di cuenta de que no podía esperar a la burocracia, así que me la jugué», cuenta el artista. Hizo una gran compra de alimentos básicos, la dividió en pequeños kits de supervivencia para varios días, y anunció en sus redes que podían llamarle por teléfono para pedirle que visitara cualquier hogar que lo necesitase. Además se hizo con una mochila fumigadora, con la que desinfecta los portales de los edificios que visita. «La gente se cree que somos de la UME», dice entre risas. Lo que no tenía tanta gracia era arriesgarse a una multa. Pero afortunadamente, los policías de los dos controles que le han parado tuvieron sentido común y le dejaron continuar. «Mi salvoconducto era ir con la verdad por delante», asegura. «Además, uno de los policías me reconoció, ¡jajaja!». Los kits son totalmente gratis, y Huecco no acepta ni la voluntad ni donaciones económicas. «Sólo donaciones de empresas que quieran ayudar aportando comida, como la empresa de embutidos ecológicos Bioomnibus, que se ha prestado a apoyar el proyecto», explica Huecco, un tipo que parece haberse adelantado a todos los expertos de este país. «Es patético que un ciudadano como yo se ponga a hacer algo así de profesional, mientras que los que están en puestos de responsabilidad no han hecho nada similar. No tenía más mérito que el de observar lo que estaba pasando fuera, y obrar en consecuencia siendo precavidos. Se podía haber hecho mejor, y tienes un ejemplo conmigo, que fíjate cómo me pertreché después de hacerme unas pocas preguntas. Se ha reaccionado tarde, y la sensación es la de que se va improvisando, yendo por detrás de otros países», continúa. El cantante se está dejando una pasta en esta acción altruista, pero la recompensa es enorme: «Escuchas el agradecimiento emocionado de los mayores y te das cuenta de que has conseguido lo más importante: que sepan que no están solos. Algunos nos han dicho que somos ángeles venidos del cielo».De España https://ift.tt/3aMfKiu
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