domingo, 26 de abril de 2020

Ciudadanos culmina su renovación con un congreso virtual de cuatro días

El coronavirus se expandió en silencio entre la cotidianeidad española. Bares, fútbol, conciertos, parques y plazas. Todo se detuvo de golpe a mediados de marzo, cuando el imparable avance de la enfermedad obligó al resguardo como mejor medida de protección frente al virus. La política no fue una excepción. Y la extensión de la pandemia en España sorprendió a Ciudadanos (Cs) inmerso en su V Asamblea General, un congreso dividido en dos fines de semana y que contaba con el aliciente de ser el primero del que saldría un líder ungido distinto a Albert Rivera. El 7 y el 8 de marzo se celebraron las primarias del partido e Inés Arrimadas y su Comité Ejecutivo resultaron vencedores frente a las propuestas alternativas de Francisco Igea y de un desconocido Ximo Aparici. Nada queda ya de aquel enfrentamiento, pero el 14 y 15 de marzo quedaron huérfanos del traspaso de poderes y del debate y aprobación de los nuevos estatutos y estrategia política. Ya el día 9 Cs se adelantó al Gobierno y decidió suspender su Asamblea General. Cinco días después, el Ejecutivo decretó el estado de alarma. Esta semana, por fin, los liberales culminarán su proceso de renovación. Las circunstancias obligan a que se haga todo de forma telemática, pero en el partido se han preparado concienzudamente para la ocasión. «Hemos intentado que sea lo más parecido a una asamblea física», explica a ABC el vicesecretario general primero de Cs, Carlos Cuadrado. Habrá debates y votaciones, y los medios podrán seguirla a distancia. Una cuestión de tiempo Esta vez, eso sí, durará cuatro días en lugar de dos. «No se ve una luz clara para reunir a seiscientas personas», subraya Cuadrado, que también habla de la necesidad temporal de culminar por fin la renovación de Cs. Una vez concluya la V Asamblea General, que se desarrollará esta semana de jueves a domingo, el partido completará el relevo en los comités autonómicos y en las agrupaciones locales; un proceso interno que puede alargarse otros dos meses. «Tal y como está la situación igual nos teníamos que ir a septiembre u octubre para reunir a seiscientas personas. Y eso nos hace terminar todo el proceso en enero, sería un año perdido», incide Cuadrado. El jueves se registrarán los compromisarios electos para participar en la asamblea y se aprobarán el informe de la anterior ejecutiva y las cuentas del partido. Al día siguiente, en una fase que sí es «totalmente interna», se debatirán las treinta enmiendas que llegan vivas al congreso de los liberales. Entre ellas está la enmienda a la totalidad de los estatutos que propuso Igea; aunque Arrimadas se hizo con el control del 78 por ciento de los compromisarios y no tiene posibilidad alguna de salir adelante. El sábado se votarán las enmiendas debatidas el día anterior en un sufragio que no es secreto. Cada compromisario, en una interfaz interna, se posicionará a favor, en contra o se abstendrá y su decisión será visible para él y el resto de participantes. Cuatro días desde la distancia Aprobación de las cuentas El jueves se registrarán los compromisarios y se aprobarán el informe del anterior Comité Ejecutivo y las cuentas del partido. La votación se abrirá por la tarde, tras «dos o tres horas» de presentaciones por la mañana. Debate de las enmiendas El viernes se debaten las enmiendas a «puerta cerrada». Solo tendrán acceso los compromisarios. Un ponente presentará la enmienda para defenderla y después habrá un turno a favor y otro en contra. Igual que el procedimiento seguido en persona. Las votaciones clave El sábado se aprobarán o rechazarán las treinta enmiendas que llegan vivas a la Asamblea General: quince de la ponencia de estatutos y quince de la de estrategia. No se espera ningún cambio significativo, pero se definirá oficialmente el rumbo de Cs. Colofón con un discurso histórico A primera hora se eligen entre los compromisarios el nuevo Consejo General y la Comisión de Garantías. Después, Arrimadas pronunciará el primer discurso en un congreso telemático y el primero en uno de Cs sin Rivera como presidente. La V Asamblea General de Cs tendrá su colofón el domingo 3 de mayo, cuando los compromisarios elegirán entre ellos el nuevo Consejo General, máximo órgano entre asambleas, y la Comisión de Garantías. Arrimadas, como nueva presidenta, dará un discurso en abierto alrededor del mediodía, según lo previsto inicialmente. Visualizar el centro No se esperan grandes cambios respecto a las ponencias de estrategia y estatutos que llegan a la cita, aunque sí podrían aprobarse enmiendas menores que «enriquezcan» los textos. La nueva estrategia recoge el fin del veto al PSOE aprobado en la última etapa de Rivera y marca como únicas líneas rojas los populismos y nacionalismos. Los estatutos, continuistas, mantienen el centralismo del partido. «El documento de estrategia lo que reivindica es el centro. Un centro del que no nos hemos movido, pero del que hacemos una visualización», sostiene la número dos de Arrimadas, Marina Bravo, en conversación con este diario. «Es lo que estamos defendiendo estos días: consensos amplios que dejan de lado ideas extremistas», añade. Bravo y Cuadrado dejan clara una cosa. No «huirán de los abrazos» de sus compañeros y, una vez lo autoricen las autoridades sanitarias, Cs celebrará una gran convención política.

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