Recordar a Juan Gómez "Juanito" es hablar de un amplio capítulo de la historia del Real Madrid, de un palmarés de cinco Ligas, dos Copas y dos títulos de la UEFA. Una brillante carrera en el club que abandonó entre lágrimas en 1987 convertido en ídolo, aunque el exdelantero continuó jugando durante una breve etapa en La Rosaleda. Más desconocido para la mayoría de los aficionados resulta, sin embargo, un efímero paso de este jugador por Segunda división B con el CD Los Boliches, población que forma parte del municipio malagueño de Fuengirola y en la que comenzó a dar patadas al balón. También a poner en práctica los eléctricos regates con los que siempre sorprendía a los defensas. En ese modesto conjunto disputó solo cinco partidos, minutos suficientes para atraer la atención de toda España porque su participación en aquella Liga estuvo a punto de provocar un terremoto administrativo que hubiera puesto patas arriba al fútbol nacional. (El día que Juanito debutó como entrenador) Futbolista amante de los toros y con un temperamento tan grande como su corazón, a Juanito no le importó pisar la Segunda división para apurar sus últimos años de fútbol en el Málaga tras abandonar el Real Madrid. En su primera temporada, sus goles contribuyeron a devolver a los andaluces a la máxima categoría y en la siguiente a que La Rosaleda continuara siendo un estadio de Primera división. En 1989, y sobre la hierba de ese campo, el torero Curro Romero le cortó la coleta para simbolizar su retirada. Cambió el uniforme por la corbata porque comenzó a trabajar en la dirección malagueña, pero su retiro de la hierba duró muy poco. En abril de 1991 dejó las oficinas del Málaga para volver a abrir la puerta grande de un vestuario, el del CD Los Boliches, un modesto club de Fuengirola que peleaba por la permanencia y al que se incorporó a falta de cinco partidos para el final del campeonato. Su debut, en la jornada 34 ante el Atlético Sanluqueño, acabó con empate (0-0) y el objetivo de los malagueños se complicó un poco más. Tras una derrota en el campo el Badajoz (3-1) y un empate local ante el Extremadura (2-2), Juanito y sus compañeros se tuvieron que jugar la permanencia en las dos últimas jornadas de un final de campeonato de infarto. El escenario no invitaba al optimismo porque, en el penúltimo partido, al CD Los Boliches le tocó visitar el campo del Fuengirola en un derbi vecinal que resultó muy caliente y en el que algunos hinchas locales se ensañaron con el exdelantero del Real Madrid. Aquel 5 de mayo de 1991, Juanito no marcó, pero los goles de Cidón y Santi (1-2) acercaron al CD Los Boliches a la permanencia. El objetivo debía certificarse en los últimos 90 minutos del campeonato, que los malagueños tuvieron que jugar como locales a 60 kilómetros de Fuengirola, en el estadio de Álora, porque su campo estaba clausurado. El rival, el filial del Betis. El exinternacional del Madrid solo disputó la primera parte de un encuentro que acabó con la victoria (3-2) que selló la continuidad en Segunda división B. Al menos en teoría. Denuncia por alineación indebida Nada más acabar ese partido, el de la despedida definitiva del delantero de los terrenos de juego, empezó un nuevo problema para el CD Los Boliches. También para la Federación Española. Retirado el 12 de mayo de 1991, el nombre de Juanito no dejó de pronunciarse en la categoría y en todo el fútbol español hasta septiembre porque el CD Toledo, que acabó descendiendo aquella temporada, denunció que el exjugador del Real Madrid había sido alineado indebidamente porque su ficha no estaba tramitada correctamente. Aquella denuncia, que pasó primero de puntillas, terminaría prosperando y al mirar algunas clasificaciones de la temporada 1990-91, los dos últimos partidos del CD Los Boliches en aquella Liga, cerrados con victorias, aparecen con 0-0 en el marcador. Juanito, indirectamente, había dado inicio a un monumental lío que estuvo a punto de crear un terremoto en el fútbol nacional. Nadie se acordó de aquella denuncia y la temporada 1991-92 comenzó con un CD Los Boliches remozado y con muchas caras nuevas en su plantilla. Ya no estaba Juanito y algunos de los que habían sido sus compañeros se habían marchado ese verano al otro equipo de la ciudad al Fuengirola. Con las dos primeras jornadas ya finalizadas en todos los campeonatos, llegó el seísmo. El Consejo Superior de Deportes, a instancias de la Federación, ordenó repetir los dos últimos partidos de la temporada anterior disputados por el CD Los Boliches. La situación resultó surrealista. Con una plantilla distinta y en nuevo curso ya comenzado, los malagueños tuvieron que disputar dos partidos del año anterior para intentar refrendar su continuidad en Segunda división B. Si los resultados no acompañaban, perdería la categoría y la composición de los equipos de las divisiones inferiores se vería afectada. Todo el fútbol español pendiente del CD Los Boliches porque su descenso con la temporada empezaba hubiera supuesto un ridículo organizativo. Dos partidos angustiosos ¿Qué pasó en esos dos partidos? En el primero, el CD Los Boliches arrancó un empate en su visita al Fuengirola (0-0), donde militaban ahora varios de sus exjugadores, y su continuidad en Segunda B pasaba por sumar al menos un punto en el último encuentro ante el filial del Betis. Un partido de bronce que atrajo la atención de toda España porque una hipotética derrota de los malagueños abocaba a una reestructuración de esa categoría y de las inferiores. Noventa minutos agónicos para los responsables de la Federación, que pudieron respirar tranquilos cuando el árbitro señaló el final y el marcador acabó en empate (0-0). Un punto que dio la permanencia definitiva al CD Los Boliches ya con Juanito definitivamente retirado. Un año después de aquel lío, Juanito, convertido en entrenador del Mérida, perdía la vida en un trágico accidente de tráfico cuando regresaba de presenciar un Real Madrid-Torino, correspondiente a la Copa de la UEFA.De Deportes https://ift.tt/2W2R28n
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