Sabadell se ha convertido ya en uno de los símbolos de la aportación de las Fuerzas Armadas a la sanidad en la lucha contra el coronavirus: 210 camas montadas en apenas cinco días en una cubierta de atletismo. Mañana se espera acabar esta obra. Luego la Generalitat deberá instalar otros materiales, como oxígeno, para que comience a atender enfermos. Junto a este en Cataluña, una veintena de hospitales de campaña han sido instalados por el Ejército de Tierra, con su Mando de Ingenieros como punta de lanza: el MING, con base en Salamanca. Y un hospital de este tipo no son solo camas, también equipos eléctricos, fontanería, baños, duchas... Como en Ifema (Madrid), la Fira de Barcelona, Segovia, el Gregorio Marañón, La Paz o el Doce de Octubre, estas instalaciones militares de apoyo están resultando fundamentales para derivar pacientes y descongestionar los hospitales de casos más críticos. Uno de sus «hombres en la sombra» es el capitán Alejandro López, jefe de la 3ª Compañía del Batallón de Castramentación... o lo que es lo mismo la unidad que se dedica al «arte de levantar campamentos militares». Con meticuloso planeamiento, cada vez que se demanda un hospital de campaña a petición de una autoridad, el MING envía a una unidad de reconocimiento que tras hacer una evaluación propondrá los materiales civiles o militares que se utilizarán. «Luego una unidad de montaje procederá a su instalación, formada por unos 40 militares, divididos en el montaje propiamente dicho, electricidad y aguadas [fontanería]», explica el capitán López, desplazado estos días a Sabadell, y esos otros lugares, desde su natal Villoria (Salamanca). Es el líder de estos «manitas». «Como Ejército queremos apoyar a la sociedad contra la propagación del virus», declara orgulloso en conversación telefónica. «El apoyo de las Fuerzas Armadas al sistema sanitario frente al Covid-19 también se sustancia en otras tareas como son el transporte de fallecidos por parte de la UME o el transporte de ambulancias, con solicitudes puntuales», explica el teniente coronel Alberto Fajardo, jefe de operaciones del Mando Componente Terrestre de la Operación Balmis. Además, hasta el 2 de abril, se ha intervenido en 587 hospitales y 2.111 residencias de mayores en labores de desinfección. «Una misión clave en la lucha contra el coronavirus», destaca el teniente coronel Fajardo. La Brigada de Sanidad del Ejército de Tierra y el Centro Militar de Farmacia de la Defensa, dedicado a la producción de medicamentos, son otras unidades volcadas en la lucha contra el coronavirus. «Todas las capacidades al servicio de la ciudadanía».
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