lunes, 6 de abril de 2020

El Real Madrid provoca el terremoto Figo

Nunca unas palabras provocaron tal terremoto en el mundo del fútbol. Sucedió el 12 de julio del año 2000: «Quiero decirles que si yo soy presidente del Real Madrid, Figo será jugador del Real Madrid». Florentino Pérez produjo un salto de alegría en el madridismo e inyectó el miedo en el Barcelona dirigido por Joan Gaspart. El 16 de julio, Pérez ganó las elecciones presidenciales del Real Madrid a Lorenzo Sanz, El 24 de julio de aquel año, Figo era presentado en el Bernabéu. Esta es la historia de una revolución interna de un club. Un año después vendría Zidane. Florentino Pérez se lo dijo a los socios en aquellos días de julio de hace veinte años: «Si gano las elecciones, Figo será futbolista del Real Madrid. Hay un compromiso, no hablo de documentos. Si gano y no fuera verdad, pagaré las cuotas de un año de todos los socios (en el pasado ejercicio, 3.655.965.000 pesetas, 22 millones de euros al cambio)». José Veiga, representante del jugador, abrió la puerta de la ilusión a los socios al reunirse con el candidato y manifestar escuetamente: «Si Florentino gana, volveremos el lunes». Nunca tan pocas palabras dijeron tanto. Había descubierto que había verdad en el litigio. Joan Gaspart, que también pujaba en las elecciones, pero del Barcelona, comenzó a preocuparse de verdad. Aquello sería todo un golpe de estado con balas de balón. Florentino Pérez precisó: «He dado todos los pasos para que Figo juegue en el Real Madrid la próxima temporada. Sólo pongo una salvedad, que el cuerpo técnico esté de acuerdo. Y no voy a tener que pagar las cuotas a los socios, voy a ganar y no hará falta hacer cálculo alguno». Florentino Pérez venció en los comicios presidenciales del club el 16 de julio de aquel año 2000. El 24 de julio aterrizó en Madrid para firmar s contrato con el club madrileño. El 25 de julio fue presentado en la sala de trofeos del Estadio Santiago Bernabéu, convirtiéndose en el traspaso más caro de la historia hasta esa fecha: 10.270 millones (61,9 millones de euros), que se convirtieron en 11.900 millones de pesetas con IVA y el plus del índice de precios al consumo, que eran 72 millones de euros al cambio. La nueva moneda sería oficial en 2001. Gaspart fue elegido presidente del Barcelona y atacó muy duro a Florentino Pérez en todos aquellos días. Invirtió en los futbolistas Marc Overmars y Emmanuel Petit. Muchos seguidores azulgranas consideraron «alta traición» que Figo se pasara al eterno rival. Seguía los pasos de Michael Laudrup. Tras Figo vinieron Zidane, Ronaldo Nazario y Beckham. El portugués, a quien le lanzaron una cabeza de cochinillo en su visita al Camp Nou como adversario, ganó vestido de blanco una Champions, dos Ligas, dos Supercopas de España, y una Supercopa de Europa y una Copa Intercontinental. A escala individual obtuvo los máximos galardones, un Balón de Oro y el «FIFA World Player». Disputó 244 partidos con el Real Madrid, marcó 54 goles y dio 67 en los cinco año vestido de blanco, desde 2000 a 2005. Se marchó al Inter un año antes de cumplir su contrato. ¿Pero cómo se gestó meses antes u llegada al Real Madrid en julio del año 2000? Se lo contamos en profundidad: Florentino Pérez rastreó el mercado y vio la peliaguda situación de precampaña que también vivía Gaspart en el Barcelona. y lanzó el torpedo a la nave azulgrana. Fue un traspaso, costo 61,9 millones y el IVA Comenzó las negociaciones con Veiga, representante del portugués. Y consiguió un acuerdo privado firmado: si ganaba las elecciones, vendría al Real Madrid. Y si Figo se negaba, debería pagar esos 22 millones de euros al cambio que costaba todo un año de los abonos de los socios, la promesa de pago que Pérez había realizado a los abonados si no cumplía su palabra. Triunfó en las elecciones y Veiga le dijo a Figo: tienes que ir al Real Madrid o pagamos 22 millones de euros (al cambio, hablaban en pesetas). El delantero estaba de vacaciones en Cerdeña y voló a Lisboa para reunirse y decidir el gran salto. Figo estaba en un avión dirección Madrid el 24 de julio de aquel 2000. El fichaje de Luis Figo por el Real Madrid fue ejecutado como un traspaso, aunque el directivo azulgrana Jaume Parés insistiera en que un representante del jugador entregó el dinero en la Liga y por eso el Barcelona emitió la factura a nombre del futbolista. La diferencia entre abonar una cláusula de rescisión o pagar un traspaso estriba en el IVA. Las rescisiones no tienen tal impuesto porque son una indemnización y los traspasos sí, porque son fichajes entre clubes. El Real Madrid abonó el IVA y el Barcelona admitió haberlo recibido, aunque la factura la hiciera a nombre de Luis Figo traspaso después. La entidad madrileña satisfizo el coste con un cheque bancario, que fue depositado en la sede de la Liga por un representante del jugador, Vicente Montes, en el que incluyó el pago de tres conceptos: 10.000 millones de la cláusula de rescisión, 300 millones como suplemento del IPC (índice de precios al consumo) del último año y otros 1.600 por el 16 por ciento del IVA que debía liquidarse en todo traspaso. El cheque bancario, por tanto, presentaba una cantidad total de 11.900 millones. Un cheque que no citaba el nombre de Figo ni de ninguna empresa suya y que estaba firmado por los apoderados del Banco Zaragozano. En estas circunstancias el jugador no tendría ningún problema fiscal que resolver en el futuro, y si acaso, como dijo el propio Figo, será un asunto entre los clubes. Figo fue traspaso y Ronaldo Nazario, cláusula El mejor ejemplo para comprender esta situación es compararla con la marcha de Ronaldo del Barcelona. Aquello fue un pago de cláusula y lo de Figo un traspaso en toda regla. El Inter, en julio del 97, abonó al club azulgrana los 4.000 millones de su cláusula y realizó una consulta vinculante al Ministerio de Hacienda para saber si debía pagar el IVA, que también constaba en la cláusula. Los asesores de Ronaldo consideraban que no debían abonarlo al ser una indemnización y no un traspaso. Hacienda respondió que, en efecto, el Inter no tenía que abonar IVA. Es el mismo caso del Valencia con Baraja el año pasado: pagó al Atlético los 2.000 millones de la rescisión, sin IVA, porque en ninguno de los dos casos hubo acuerdo entre los clubes para el traspaso. El fichaje de Luis Figo fue uno de esos que marca un antes y un después en el fútbol. El portugués cambió el Barcelona por el Real Madrid en una operación histórica que supuso además el gol para la victoria de Florentino Pérez en las elecciones a la presidencia blanca ante Lorenzo Sanz. Pero no solo fue importante por esas dos razones, sino por todo lo que tenía tras de sí y también por delante. El fichaje supuso un hito en aquel momento. Además, fue una promesa electoral de Florentino Pérez hizo realidad. No sentó nada bien esto en Barcelona. La afición azulgranse enfadó por la salida del luso y criticó la ineficacia de Gaspart, que acabaría dimitiendo más adelante. Con aquel dinero cobrado por Figo trajo futbolistas que no tenían el mismo nivel. Lo gastaron en futbolistas como Overmars y Petit, que no triunfaron. Joan Gaspart, presidente azulgrana, avisó que no se iba a «olvidar» lo que Florentino Pérez hizo. Dimitió al cabo del tiempo. Figo gano la Liga con el Real Madrid en 2001, la Champions en 2002 y la Liga de nuevo en 2003, además de otros títulos. Se fue en 2005 porque ya no era titular indiscutible.

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