PESTAÑA j17-betis-barcelona-liga22/23 Crónica 4 Hay un momento en que con el Barça uno no sabe qué pensar. No sé si es muy serio decirlo de esta manera, pero sinceramente es lo que les tengo que contar. El Barcelona empieza siempre jugando bien, jugando ágil, jugando al ataque con electricidad, sin miedo y pareciendo que puede arrollar al rival en los próximos minutos. Luego se desvanece sin remedio. Hay partidos en que este fracaso se produce por etapas, lentamente, y hay otros en que parece haber margen para la mejora, y de hecho lo hay. Fue el caso de ayer en que un Barça menor, sin luz, pero haciendo lo que hay que hacer, puso rumbo a la Liga Las dudas del equipo suelen aparecer sobre el minuto 20, y de hecho contra el Betis en Arabia no se acabó de ver hasta el final en una eliminatoria en que los andaluces tuvieron la magia de poder pasar hasta el último minuto. La noche sevillana de ayer empezó con claro dominio azulgrana, pero un tipo de dominio que no llevaba ninguna parte y los béticos con muy poco llegaban a la portería de Ter Stegen , amenazando con más peligro del que creaba el teórico dominio visitante. El Barça jugaba con fuego, el Betis jugaba con sus pobres recursos ofensivos y desaprovechaba los regalos no poco generosos que le hacía la defensa de Xavi. El Barça encontraba a muchos jugadores libres entre líneas. Muy bien Rafinha, muy bien Balde, muy bien Pedri , pero tanta fluidez en ataque no acababa de dar sus resultados porque como siempre en los últimos movimientos faltaba luz, faltaba brillantez, faltaba talento. Lo más dramático que se puede decir de Xavi, es que no hace jugar mejor a ninguno de sus jugadores. No saca provecho táctico de ellos más allá de lo que ellos naturalmente den. Grita mucho en la banda, otra cosa es para qué. Ya sé que no es ningún secreto pero Ter Stegen se ha puesto pelo. Lo digo porque lo recordé cuando rechazó un córner. Parece mentira que un portero del Barça necesite estos retoques para afirmarse en su autoestima. Uno contaba, por lo menos hace unos años, con que tan distinguida posición en lo deportivo y en lo social era suficiente para saciar las vanidades, sin tener que recurrir a estas trampas estéticas. Pero hoy está claro que no hay nada más importante en que ser un Instagramer o un Youtuber o alguien que se mueva en el mundo de las apariencias mucho más que en la realidad. Tal vez con este comentario parezca un abuelo cebolleta, pero no sé si hoy es más importante parar un penalti o salir guapo en la foto mientras te lo marcan. El Barça fue menguando hasta desaparecer, y el Betis fue desaprovechando sus ocasiones, hasta parecer un equipo menor camino de la derrota por no saber estar a la altura de las circunstancias. Es muy cruel decirlo así, porque el Barça no hacía gran cosa para marcar las diferencias, pero cuando hay tal diferencia en el presupuesto y no eres capaz de dar curso a lo poco que tienes, lo que te acaba pasando es que pierdes, aunque no lo merezcas. También Pedri tuvo el desempate, pero lo desaprovechó, aunque el árbitro al final señaló fuera de juego. Partido de imprecisiones, de poca finura, de resultado incierto si no fuera porque estamos acostumbrados a que con muy poco el Barça tiene para marcar un gol y aguantar agónicamente la ventaja. No es estético, no es poético, ni siquiera es futbolístico, pero da para decir: soy el campeón de invierno en La Liga. Y oye, si Ter Stegen se ha puesto pelo, cualquier media victoria es una vendimia. Sólo una mano prodigiosa de Rui Costa evitó el gol de Pedri en la primera ocasión clara del partido. Pero por mucho que el canario lo hiciese bien, Raphinha no era capaz de aprovecharlo, y el Barça jugaba más torpe de lo que un equipo necesita para ganar en el Villamarín. Lewandowski estaba muy torpe, como muy mayor, pero también se notaba que sólo dependía de un gesto de calidad, que podía llegar en cualquier momento, para marcar las diferencias. Pero quien encontró la calidad fue Balde, que en una gran progresión y centro le entregó un magnífico balón a Raphinha para que remachara el primero de la noche. En lugar de menguar, como de costumbre, con la ventaja, el Barça se replegó con acierto y responsabilidad ante los intentos de remontada locales y Lewandowki regresó de su ancianidad para marcar el segundo. Para dar emoción a la noche, del modo más absurdo, Koundé sembró el pánico regalando un gol en su portería. El Betis se hizo a la mar, pero sin fortuna. Sin ser gran cosa el Barça, y estando el club en la práctica bancarrota, va camino de asegurarse por lo menos la Liga.
De Deportes https://ift.tt/hXigvZV
0 comentarios:
Publicar un comentario