lunes, 20 de febrero de 2023

Jean-Pierre Roy, el extraño caso de un esquiador haitiano

Apelando a uno de los grandes lemas olímpicos («lo importante no es vencer, sino competir») y a su propio espíritu aventurero, Jean-Pierre Roy tomó en el verano de 2010 la decisión más alocada de su vida. Hacía solo unos meses que un devastador terremoto había dejado en ruinas Haití, su país de origen. Allí nació en 1963, y de allí escapó junto a sus padres solo dos años más tarde, huyendo del régimen autoritario de François Duvalier. Nunca había vuelto. Desde entonces vivía en París, donde regentaba una pequeña empresa de servicios informáticos. Las imágenes de la tragedia, donde se contabilizaron más de 200.000 muertos, le despertaron un sentimiento patriótico y le llevaron a visitar de nuevo el país. Fue allí cuando se decidió a poner en marcha una vieja idea que le rondaba por la cabeza. Esos días rellenó la solicitud para crear la Federación haitiana de esquí alpino, una excentricidad en un país donde nunca cae la nieve. Al cabo de pocos meses se convirtió en el presidente. También en su primer y único deportista. «Quiero que mi país sea conocido por algo más que por miseria o corrupción», contaba entonces al mundo, a la vez que reconocía que solo esquiaba «una semana al año». Aún así, se aplicó. Gastó 12.000 euros de su bolsillo para contratar a un entrenador francés y en noviembre se estrenó en una competición de la Federación Internacional en la estación de Val Thorens. No había mucho margen, así que casi toda la preparación la llevó a cabo en un simulador. «Apenas he pasado 20 horas en la nieve, mientras que mis rivales llevan 20 años compitiendo». Acabó último, claro, a más de un minuto del siguiente corredor, pero cruzó la meta y consiguió los puntos necesarios para participar en el Mundial de Garmisch-Partenkirchen de 2011. Desde entonces no se ha perdido ninguno. Especializado en las pruebas técnicas, en el reciente Mundial de Méribel-Courchevel compitió en dos disciplinas con idéntico resultado. Porque, pese a los años transcurridos, sus tiempos siguen lejos de ser competitivos. En la clasificación del eslalon, donde ni siquiera están los mejores, acabó las dos mangas casi dos minutos por detrás del primero. No le fue mucho mejor en el eslalon gigante. Doble labor Su búsqueda de talento consiguió que hubiera un esquiador haitiano por primera vez en los Juegos de Invierno de Pekín Su labor durante este tiempo no se ha limitado a poner la nota exótica en los campeonatos. Desde el principio se empeñó en lograr que más esquiadores haitianos siguieran sus pasos. Buscó descendientes en países europeos y en los Alpes franceses halló a Richardson Viano (20 años), un joven adoptado por un instructor de esquí, quien aceptó la oferta de Roy y recibió su nuevo pasaporte en el verano de 2019. Dos años más tarde se convirtió en el primer deportista haitiano en representar a ese país en unos Juegos Olímpicos de Invierno, en Pekín 2021, donde acabó 34º en el eslalon. Roy desfiló con él en la ceremonia de inauguración. «Fue un momento único de gran orgullo. Se me saltaron las lágrimas», dijo. MÁS INFORMACIÓN noticia Si La Greta Thunberg del atletismo: renuncia al Mundíal por conciencia ecológica noticia Si Will Still, el entrenador de moda que se forjó con los videojuegos noticia Si Quién es José Aldo, la leyenda que hace de anfitrión de Bolsonaro en Florida Jean-Pierre Roy, ya con 59 años y convertido en abuelo, pretende que la Federación haitiana siga creciendo. Su siguiente ambición es el esquí nórdico. Ya está buscando candidatos para llevar a un fondista a los Juegos de Cortina d'Ampezzo, en 2026.

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