FontEnvuelto en un clima de comedida euforia viaja el Barcelona a Múnich para medirse a su auténtica kriptonita de los últimos tiempos. El Bayern ha escenificado el declive del club azulgrana en Europa y le ha infligido la derrota más humillante y dolorosa de su historia reciente. En 2020 le propinó una goleada histórica (8-2) precipitando una gran crisis a todos los niveles en la entidad catalana. La pasada temporada, el Barça quedó encuadrado con los alemanes en el mismo grupo de la fase inicial, siendo derrotado por idéntico resultado en el Camp Nou (0-3) y el Allianz Arena (3-0). Oliver Kahn, director general del club bávaro, no pudo disimular una sonrisa cuando Hamat Altintop y Touré Yayá, manos inocentes del sorteo, volvieron a cruzar a los dos equipos en la fase de grupos de este año. No obstante, entonces aún quedaba una semana para el cierre del mercado y el Barcelona aún no había completado todos sus fichajes. Eso sí, con Lewandowski ya vestido de azulgrana, el morbo estaba servido. Tres semanas más tarde del sorteo, las sensaciones y el estado de ánimo del equipo azulgrana ha cambiado diametralmente. Un año después de doblar la rodilla (Piqué radiografió la situación tras la goleada encajada en casa: « Es lo que hay , somos lo que somos ahora. No estamos entre los favoritos»), la sensación esta vez es de poder competir. Trece puntos de 15 posibles en Liga (15 goles a favor y uno en contra) y una goleada ante el Viktoria Plzen (5-1) cimientan el estado de ánimo culé. El Bayern es el termómetro para saber la situación real del Barcelona, la prueba del algodón que confirmará euforias o enfriará los ánimos. En Múnich afrontan el partido con prudencia, conscientes de que algo ha cambiado en el Barcelona esta temporada. Lo dejó claro Julian Nagelsmann . «Tienen varios fichajes importantes, entre ellos Robert Lewandowski, que tienen un papel importante en el equipo. Pero sobre todo tienen un nuevo espíritu. Las impresiones de los últimos tres partidos contra el Barcelona podemos borrarlas del disco duro», avisó el técnico del Bayern. Noticias Relacionadas estandar No Fútbol Las palancas dan un vuelco al límite salarial del Barcelona Sergi Font opinion Si El segundo palo La suerte de Xavi Juanma Rodríguez También adopta un papel prudente Xavi , aunque el egarense no esconde que el estado de ánimo es diferente a la última vez que visitó Múnich, en diciembre, cuando quedaron eliminados de la Champions y se vieron abocados a disputar la Europa League. «Creo que hay muchas expectativas puestas en nosotros esta temporada, el resultado de mañana no cambiará nada, pero sí que es cierto que es un reto ganar aquí, un estadio donde no se ha ganado nunca. Tenemos la sensación y el reto de que podemos ganar este partido y que podemos por fin cambiar la dinámica. Jugamos ante uno de los mejores equipos del mundo y queremos demostrar que esta dinámica ha cambiado», explicaba Xavi . Y añadía: «Es la hora de la verdad. El año pasado lo pasamos muy mal y creo que este año podemos competir mejor». La plantilla es consciente de que vuelve a jugarse el honor. «Tenemos que tener humildad, saber de dónde venimos y demostrar que somos un gran equipo», apuntó Araujo
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