
Leo Messi y su abrupta salida del Camp Nou han abierto los ojos a los aficionados sobre la delicadísima situación económica por la que atraviesa el Barcelona y han puesto en el foco mediático en la imposibilidad de los azulgranas para cumplir con la regla del fair play financiero que impone LaLiga a sus clubes, un lastre que la marcha del delantero argentino ha permitido aliviar, pero ni mucho menos solucionar. A cuatro días para su estreno en el campeonato 2021-22, el próximo domingo ante la Real Sociedad, el club presidido por Joan Laporta continúa sin poder inscribir a los cuatro fichajes que ha realizado este verano (Depay, Agüero, Emerson y Eric García) porque necesita liberar mayor cantidad de masa...
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