La desconocida historia del fichaje de Beckham por el Madrid

El «never, never, never» de Florentino Pérez se transformó en «forever, forever, forever» el 3 de julio de 2003. El Real Madrid fichaba a David Beckham tras firmar un traspaso con el Manchester United por 25 millones de euros. El futbolista icónico del fútbol inglés rubricaba un convenio con el club español por cuatro temporadas. El Manchester United contaba con dos buenas ofertas por su capitán, que ya no se llevaba bien con sir Alex Ferguson, que ya no le auguraba la titularidad en la casa donde había entrado de niño. Lo que nunca se ha contado es que David Beckham y Florentino Pérez habían pactado su fichaje varios meses antes, pues sabía que no continuaría en Old Trafford y él y solo él, David, protagonizaría su destino. Nadie tendría el poder de esa elección. Laporta había negociado con el United y tenía un preacuerdo para realizar la operación. Beckham, sin embargo, quería ir al Real Madrid. Y solo se iría si fichaba por la casa blanca. Así se lo dijo a Ferguson, que seguía hablando con el Barcelona. Era en vano. Si quería cobrar algo por él y que no se fuera libre tiempo más tarde, sería en una transferencia con Florentino Pérez. El jefe de todo en el United manejaba esas dos propuestas. Cuando el presidente azulgrana esperaba el traspaso, porque el United estaba de acuerdo con él, fue el futbolista, como sucedió con Di Stéfano en 1954, quien detuvo todo. Ya había preferido el Real Madrid. Jugó 159 partidos, marcó 20 goles y sobre todo destacó en su faceta de gran pasador: dio 52. Ganó una Liga y una Supercopa de España Beckham quería jugar al lado de Zidane, de Ronaldo Nazario, de Figo, de Raúl y de Roberto Carlos. El Real Madrid se llevó la jugada. Firmó la operación. Pagaba 25 millones en cinco plazos, más un bonus de 10 millones a tenor de los títulos conseguidos. El primer pago era de 6,8 millones. Beckham voló a la capital de España el 30 de junio y pasó el control médico el 1 de julio. Fue presentado el 2 de julio. Los aficionados le hicieron un recibimiento inolvidable, con Di Stéfano al lado de Florentino Pérez y de la figura del equipo inglés. Los tabloides ingleses sitos en los mentideros de Fleet Street del viejo Londres decían que el «never, never, never» de Florentino Pérez era una mentira piadosa. Así fue. La negociación entre Manchester y Real Madrid comenzó en 42 millones de euros y acabó en 25 más 10 en posibles bonus. David Beckham firmó un acuerdo con la entidad madridista hasta el 30 de junio de 2007. Jugó hasta enero de 2007. Disputó 159 partidos, marcó 20 goles y, lo más importante, dio 52 con sus pases majestuosos. Ganó una Liga y una Supercopa de España. Se marchó en enero de 2007 porque su relación con Capello no era buena y el italiano, espartano, no contaba con él. Para la historia quedó el recibimiento que Raúl y todas las estrellas del Real Madrid le dieron en el vestuario blanco después de ser nombrado sir en Gran Bretaña. «Me recibieron todos de rodillas, porque yo era el caballero, fue algo inolvidable», contaba Beckham entre sonrisas meses después. Beckham se marchó al equipo de Los Ángeles Galaxy. Allí fue un líder. Ahora dirige al Miami y quiere convertirle en el mejor equipo de Estados Unidos.

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