miércoles, 8 de abril de 2020

El misterio de la herencia de Carlos Falcó, marqués de Griñón

El pasado 20 de marzo perdía la vida a los 83 años Carlos Falcó, el marqués de Griñón, a causa del coronavirus. Su inesperado fallecimiento, que se suma a las más de 14.000 personas que han muerto a consecuencia del virus en España, dejó desolados a sus cinco hijos, Manuel, Sandra, Tamara, Duarte y Aldara, fruto de tres de sus cuatro matrimonios, así como a su mujer, Esther Doña. La familia del aristócrata, al igual que otras miles en nuestro país, no pudieron despedir a su padre por la situación de emergencia, por lo que solo pudieron celebrar una despedida íntima a la que solo acudió su familia más cercana. Cuando apenas se cumplen 20 días desde que perdiera la vida, surge la incógnita de la apertura del testamento, que, tal y como informan desde «Vanitatis», no se producirá hasta dentro de unas semanas, debido al parón provocado por el Covid-19. Así, tras solicitar el certificado de últimas voluntades del fallecido, en el que se aclararía si este hizo o no testamento, habría que acudir a la notaría, que actualmente solo atiende peticiones de extrema urgencia. La herencia del marqués de Griñón suscita un gran interés no solo por la ingente fortuna del exitoso empresario, sino por la incómoda relación existente entre la marquesa viuda de Griñón, y los hijos de Falcó, sobre la que siempre ha existido constancia. Además, también se desconocen por el momento los términos del acuerdo que Doña y Falcó firmaron antes de casarse. «Firmé un acuerdo prematrimonial en el que queda claro que nuestra relación está basada en el amor y no en asuntos materiales», reconoció ella en una entrevista con la revista «¡Hola!». Sin embargo, tal y como recoge el medio previamente citado, no es tan fácil renunciar a una herencia por ley «forzosa» en beneficio de Doña, que tendría que solicitarlo en el caso de no querer recibir su parte. Asimismo, podría darse un escenario en el que la viuda de Falcó recibiera su tercio correspondiente, por ejemplo, a través de una mensualidad, como fue el caso de Alfonso Diez tras el fallecimiento de la Duquesa de Alba. Las numerosas propiedades del aristócrata -de un elevadísimo valor económico-, sumadas a los beneficios de sus boyantes negocios, que alcanzaron el éxito gracias a su visión emprendedora, presentan un escenario de una ingente aunque prácticamente incalculable fortuna. El mayor misterio que surge, sin embargo, se centra en su reparto y en las relaciones de sus hijos con la que fuera su mujer. Y es que si bien Esther Doña reconocía en una reciente entrevista que estos duros momentos habían calmado las aguas entre ellos, y que por el momento reinaba la cordialidad, lo cierto es que, tras la pérdida, los Falcó escenificaron su unión frente a la soledad de la que fuera su compañera de vida durante los últimos años.

De Estilo https://ift.tt/2Vhcsy7

0 comentarios:

Publicar un comentario