El espectáculo debe continuar. Y ojalá así fuese. Pero el coronavirus ha puesto en serias dificultades que el verano gallego pueda celebrar sus miles de verbenas, que llenan de música y fiesta todos los rincones del territorio. Hoy por hoy es complicado imaginar citas clave para la orquesta gallega como el 25 de julio o el 15 de agosto con su música resonando en las cuatro esquinas de Galicia. Todo indicaba que iba a ser el verano de las versiones de «Tusa» o de los éxitos que todavía estaban por salir. Pero un rápido vistazo a «Orquestas de Galicia», la catedral del orquesteo gallego, una guía en internet para conocer qué día, qué hora y hasta sobre qué terreno toca una orquesta en cada pueblo o aldea, ofrece un panorama desolador de suspensiones. Para ayer sábado 25 la web contaba cerca de 20 actuaciones en Galicia, entre orquestas, charangas, dúos o grupos. Con todo, aunque existe cierta esperanza, por ejemplo en El Combo Dominicano, de que se pueda realizar finalmente alguna fiesta en los meses clave de julio y agosto, es evidente que el realismo de lo complicado de la situación obliga a ponerse en un escenario de un año prácticamente perdido. Manuel Fariña, responsable de la Orquesta Principal y presidente de la Asociación Galega de Orquestras (AGO), señala que con «dos dedos de frente» es realista pensar que no podrán salir a las carreteras gallegas para llegar con su palco a las diferentes verbenas. «Es un momento de diversión y dudo que pueda ser con mascarilla», explica. Sí que señala que tal vez se podría celebrar alguna fiesta más pequeña, pero acto seguido recuerda que se podría dar el caso de que se acumulase igualmente una cantidad grande de espectadores al verse reducidas las opciones de ver a las orquestas este año. El problema de las orquestas está claro: es una profesión estacional, desde abril-mayo a octubre, pero con el grueso de actividad focalizado en julio y agosto, que es cuando hay más fechas y cuando más se cobra por actuar. Esas contrataciones estivales son las que tienen que permitir subsistir el resto de meses, porque, recuerda Núñez, «la gente de las orquestas vive todo el año». El Combo ya contaba con unas 150 fechas en Galicia, sumando el verano, otras fechas en noviembre y diciembre en alguna sala más alguna que podían hacer en Semana Santa. Pero si no se puede salir en julio y agosto ve muy complicado «aguantar el invierno con cierto dinero para subsistir dignamente». En meses como octubre, esta orquesta puede realizar, si es un buen año, 8 shows en la primera quincena, y a precios más bajos. Después el tiempo gallego deja de permitir este tipo de espectáculo. Por su lado, Fariña es también responsable de la Orquesta Principal, que sumaba 80-90 fiestas en su calendario, pero recuerda que en su caso acaban siendo más con las contrataciones de última hora. Buena parte del sector ha optado por pedir ERTE. El Combo Dominicano aún no lo ha hecho, pero lo sopesa: «De momento estamos aguantando un poco, pero sí que lo valoramos». Fariña precisa, por su parte, que hay que distinguir entre los trabajadores fijos discontinuos y los que actúan en días sueltos, «con contratos esporádicos de altas y bajas». Señala que en Galicia existen particularidades, como las distancias más cortas, que ajustan el precio, y el mayor número de fiestas, que hacen que trabajen más días. Así, las orquestas «más profesionales», y que trabajan más de 100 días al año cuentan con contratos de 4 o incluso 6 meses, por lo que sí tienen posibilidad de esos expedientes temporales de empleo. «Estamos muy preocupados por las orquestas que solo hacen campaña de verano», insiste. Solicitan ayuda y que las administraciones echen una mano a un sector que mueve mucho dinero y empleos en la Comunidad y que se ha profesionalizado en los últimos años, aumentando gastos y recortando, como recuerda Fariña, «el porcentaje de facturación en casi un 30%. Ese porcentaje, que se estaba amoldando a los presupuestos ahora con esto se rompe por completo». Una de las propuestas que hace es que se permitan parar los créditos hasta que se vuelva a trabajar. Él compró hace unos meses, y «todo con créditos», luces, una furgoneta y un camión para su orquesta. Que las orquestas aprovecharon esos créditos o ahorros que tenían para renovar sus equipos lo constatan también en El Combo, que adquirió para este año pantallas LED o equipos de iluminación que aún no han podido ser estrenados. Cuando se canceló el Carnaval en Canarias, de donde es originaria esta orquesta envió su escenario a la Península. Ahora ese escenario se encuentra parado en Sevilla. «Nos pilla en el peor momento: preparando la gira y arrancando. El 90% de las orquestas están arrancándola o preparándola», por lo que es ahora cuando «metemos la carne en el asador». El responsable de la Principal comenta también que sería una buena idea hacer un Xacobeo «más orquestero», en el que desde instituciones como la Xunta se empuje a estas orquestas para tratar de recuperarse de un momento muy complicado. Porque remarca el presidente de la asociación que las posibilidades de aguantar ahora dependen en gran medida de cómo estará «el mercado» cuando se vuelva a la normalidad. «Si la gente está más apretada no hará fiestas», recuerda. Son ideas para tratar de aguantar esta complicada situación que preocupa y mucho a responsables y trabajadores, ya que «¿qué empresa aguanta un año o año y medio bajo mínimos?, se pregunta Núñez. Aun así, explica que la gente tiene unas ganas tremendas de fiesta y de poder reencontrarse pronto para bailar. Lo constatan las redes sociales, que siguen siendo un punto de encuentro con sus seguidores. Aun así, desde El Combo recuerdan, como dice Cirano Núñez, que el viento «puede cambiar en cualquier momento». Que así sea, por los trabajos, la diversión y porque significará que se consigue doblegar al virus.
De España https://ift.tt/3bHHkyS
0 comentarios:
Publicar un comentario