La canasta vuelve a sonreír en Zaragoza

Hay pocas ciudades en España que vivan el baloncesto con la pasión que lo hace Zaragoza. Afición fiel que durante años vivió huérfana por la desaparición del histórico CAI –disuelto por las deudas económicas a mediados de los 90– y que ahora ha recuperado la sonrisa tras la exitosa reconstrucción de la canasta maña. Resurgir lento, pero sólido que ha encontrado en la dirección deportiva de Pep Cargol el pilar decisivo para volver a situarse entre los mejores del baloncesto nacional. «Hacía tiempo que no veía a la ciudad tan ilusionada con el equipo. Aquí el baloncesto se vive con mucha pasión y que haya esta comunión entre el equipo y la afición es algo fundamental», explica Cargol a ABC horas antes de que el equipo se enfrente hoy al Estudiantes (12.30 horas, Movistar+) en la Liga Endesa. Ahí, el C asademont Zaragoza es tercero de la tabla , solo superado por Real Madrid y Barcelona, a los que ha derrotado esta misma temporada. Hacía tres décadas que eso no ocurría, lo que habla muy bien del proyecto puesto en marcha por Cargol hace apenas un año y medio. Tras colgar las botas, el catalán se quedó viviendo en la capital aragonesa y lleva veinte años formando parte del club que tomó el relevo al CAI tras su desaparición. «Desde que aterricé aquí he sido casi de todo. Entrenador de la cantera, del equipo EBA, ayudante y técnico principal en el primer equipo... Fue hace casi dos años cuando el presidente me ofrece ser director deportivo y, aunque tardé unas horas en decidirme, terminé aceptando porque era un reto único», señala feliz el director deportivo del equipo que asombra en España y que camina con paso firme en Europa. La aventura no era sencilla. No lo es para ningún equipo ACB, pues las ataduras económicas complican mucho la construcción de cualquier proyecto a medio o largo plazo. «Lo primero que nos propusimos fue contagiar al público. Que se sintieran de nuevo identificados con lo que veían en la pista y eso lo queríamos conseguir dando espacio a jugadores de la casa y con una idea de juego alegre y vistosa. Por eso apostamos por un entrenador como Porfi Fisac –fundamental para nosotros– y le dimos confianza a jóvenes como Alocén, a los que rodeamos de veteranos como Fran Vázquez, para que les ayudaran a crecer», señala el exjugador. En su primera temporada al frente, el equipo fue semifinalista de la ACB tras eliminar al Baskonia. Éxito que allanó el camino para el futuro. «Ganar es importante, pero a la hora de desarrollar un proyecto cuenta más la estabilidad y la seriedad que desprendemos como club. Eso hace que los jugadores quieran venir y que podamos retener el talento», afirma Cargol. Feliz por cómo están yendo las cosas, no pierde la perspectiva. «Vamos día a día. Tenemos los pies en el suelo y sabemos bien cuáles son nuestros objetivos. Se trata de buscar el máximo en cada parcela y a partir de ahí soñar con ambición, pero sin dejar de ser realistas», concluye el arquitecto de este Zaragoza que sueña sin límites. La fórmula del éxito Fisac, un técnico clave: Cargol se propuso devolver la ilusión a la afición para que el Príncipe Felipe se llenara de nuevo. El juego alegre instaurado por el técnico, Porfi Fisac, ha obrado el milagro Alocén y los jóvenes: En su idea de generar ilusión, el director deportivo apostó por una fórmula que integrara a jóvenes de la casa (como Alocén) con veteranos que pudieran hacerles crecer –Fran Vázquez o Radovic–. Estabilidad e ilusión: Una de las claves de Cargol para retener el talento y atraer nuevos fichajes ha sido proyectar una imagen de seriedad dentro del club

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