sábado, 28 de diciembre de 2019

El mercado de los caddies

El mundo de los caddies de competición es de lo más variado. Existen los profesionales, que viven exclusivamente de ello y en función de su reputación y acierto van obteniendo un puesto de trabajo con golfistas de mayor o menos renombre internacional. El caso más sonado es el de Steve Williams, que en su periplo junto a Tiger Woods llegó a convertirse en el deportista más rico de Nueva Zelanda. Otra clase de asistentes son los familiares o amigos, que comienzan echando una mano a los jugadores y perduran más o menos tiempo llevándoles las bolsas. Entre estos se encuentran Austin Johnson o Christian Donald, que junto a Dustin y Luke llegaron al número uno del mundo. Por último, están los ocasionales, que se acercan por los clubes las semanas de torneo con la esperanza de sacarse un dinero extra ayudando a aquellos participantes que no tengan un caddy fijo. Cualquier opción vale si funciona. Hasta hace pocos años, los jugadores españoles que hacían campañas en el extranjero contrataban a escuderos anglosajones o argentinos, pero últimamente ha cambiado esa tendencia. «La carencia de torneos profesionales en España hizo que varios de los jugadores que estábamos en activo decidiéramos hacernos caddies para seguir ligados a nuestro mundo y poder aportar nuestra experiencia a otros compañeros», relata Raúl Quirós, que con una victoria en el Alps Tour colgó los palos en 2014. Desde entonces ha trabajado con Álvaro Quirós, Felipe Aguilar y, Pablo Larrazábal y está más que consolidado en el European Tour. Una nueva etapa Haciendo un símil taurino, es como cuando un matador se pasa a las filas de los banderilleros para seguir ligado al ambiente que le apasiona. Pero en ningún caso se trata de un paso atrás en sus carreras, sino de sentir del deporte de otra manera. «Yo no cambio nada de lo que he vivido -reconoce Íñigo Urquizu, que ha estado a las órdenes de Cañizares, Paratore o Lorenzo-Vera y ahora ha fichado con Zanotti-. Tuve una gran carrera como jugador amateur y, aunque como profesional no conseguí llegar a la élite, como caddie estoy disfrutando del golf como nunca antes lo había hecho». La nómina de españoles con plaza fija en el Circuito para 2020 está situada actualmente en once, aunque se pueden ir incorporando otros a medida que avancen los meses. Aparte de los dos mencionados y de Pello Iguarán que ha firmado con Adri Arnaus y es la gran figura nacional de las bolsas después de haber estado a las órdenes de Garrido, Olazábal y Molinari (con quien ganó un British), Edu Larrañaga viajará con Álvaro Quirós; Diego Suazo con Nacho Elvira; Javier Erviti con Paratore; Alberto Calvo con Migliozzi; Job Sugrañés con Santos, Bruno Isasi con Roussel; Xavi Puig con Pigem y Jesús Legarrea con Campillo. El navarro debutará en enero con el cacereño y está muy motivado. «Le agradezco mucho a Jorge la oportunidad que me ha dado y espero ayudarle a consolidarse en el top 50 del mundo y a ganar muchos torneos», indica. Como en cualquier mercado de fichajes, unos entran y otros salen. Borja Simó se ha retirado, mientras que Pedro Linhart y Víctor García ya no siguen con Arnaus y Sergio. «De momento estoy esperando a ver si me llega algún proyecto interesante -comenta el castellonense-, pero de los exitos cosechados con mi hermano y de la Ryder no me olvidaré nunca».

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