Mientras todas las miradas están puestas en la negociación entre el PSOE y ERC para la investidura de Pedro Sánchez, los independentistas catalanes siguen con su particular lucha interna por el control del espacio que, si se hace caso a todas las encuestas, les asegurará la Presidencia de la Generalitat de Cataluña. Ayer, Marta Vilalta recordó a los dirigentes de JpC, con Carles Puigdemont al frente, que intentar desplazar a Pere Aragonès de la «línea de sucesión» de Quim Torra no cabe dentro del acuerdo de gobierno firmado entre ERC y JpC. La secretaria general adjunta de ERC y portavoz en el Parlamento de Cataluña de la formación que lidera desde la cárcel Oriol Junqueras, Marta Vilalta, advirtió a JpC de que la respuesta política a la inhabilitación del presidente de la Generalitat, si se confirma -bien por la Junta Electoral Central o por el Tribunal Supremo- la decisión ya tomada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) debe ser consensuada entre los partidos que forman el gobierno catalán. De esta manera, ERC da por hecho que Torra deberá de dejar el cargo y los de Junqueras no quieren que, tal y como avanzó ABC el pasado 21 de diciembre, se lleve a cabo una jugada que sería la de dejar en un segundo plano a Aragonès (ERC), vicepresidente de la Generalitat, para evitar que este se haga, temporalmente, con las riendas de la Administración autonómica catalana. En JpC, en general, y en Puigdemont, en concreto, tienen pensado forzar una crisis de gobierno para reorganizar la Generalitat de tal manera que el vicepresidente primero sea de esta formación política y no de ERC. «Lo bueno sería consensuar los pasos que se tienen que tomar, ya sea en el seno del Govern o en las decisiones en el Parlament o las que sean más de país, de lógica estratégica. Que sean consensuadas y las podamos decidir entre todos», señaló este viernes Vilalta en una entrevista para Ep; quien añadió que no considera que Torra tenga en la cabeza hacer una crisis de gobierno para desplazar a Aragonès: «No creo que sea una propuesta firme. Tenemos un acuerdo de Govern que tenemos que poder respetar. Tenemos que poder defender los derechos de todos. La batalla actual es poder defender el derecho que tenía el presidente de la Generalitat de poder poner una pancarta exigiendo la libertad de los presos y, por tanto, ejerciendo la libertad de expresión». Respecto a estas discrepancias, así como a otras de carácter político, entre los dos socios de gobierno autonómico, Vilalta reconoció que desde hace dos años no han conseguido toda la cohesión que les gustaría: «Creo que es sencillo, fácil y notorio, y hasta útil reconocer que es verdad que todos decimos que es muy necesario poder trazar esta unidad estratégica, encontrar los consensos, hacer el diagnóstico compartido; y es a la vez igual de verdad que no lo hemos conseguido». Siguen los contactos En paralelo, las reuniones entre dirigentes del PSOE y de ERC no se han suspendido, tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y pese a lo anunciado por la propia Vilalta, aunque sí se siguen haciendo de manera sigilosa. Desde ERC no niegan encuentros discretos con el PSOE, pero tampoco confirman cuántos ni dónde, más allá de las reuniones anunciadas que se llevaron a cabo en Madrid y Barcelona, y que no concluyeron del agrado de los equipos negociadores. El pasado 23 de este mes, tal y como informó ayer este diario, entró en juego Podemos y su secretario general, Pablo Iglesias, quien tiene firmado un preacuerdo de gobierno con Sánchez. Iglesias se reunió con Sergi Sabrià, presidente de ERC en el Parlamento catalán, y considerado del sector más reacio a llegar a acuerdos con el PSOE.De España https://ift.tt/37jg47g
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