viernes, 27 de diciembre de 2019

Investigan un ajuste de cuentas como causa del asesinato de un joven en Vallecas

Nadie sabía nada. Un joven murió ayer de madrugada tras ser apuñalado junto a sus casas, pero los vecinos de Puente de Vallecas desconocían lo sucedido. Eran las cinco de la mañana cuando un conductor encontró al malogrado, un español de 23 años, tendido sobre la acera, frente al número 80 de la calle de Manuel Maroto. Avisó a los servicios de emergencias, que no pudieron hacer nada por salvar su vida. La víctima tenía una herida penetrante y sangrante en el costado derecho y estaba en parada cardiorrespiratoria. Los sanitarios del Samur Protección Civil realizaron maniobras de reanimación durante 45 minutos e, incluso, le practicaron una toracotomía —un masaje directo sobre el corazón, tras abrir el tórax—, pero fue en vano. «¿Apuñalamiento? Otro más, no me sorprende», espetaba ayer una vecina al conocer la noticia. Los residentes en el barrio están más que acostumbrados a este tipo de incidentes. «Es una zona muy conflictiva», aseguraba una mujer, que prefiere mantenerse en el anonimato, como el resto de vecinos. Todos hablan del «edificio azul», un inmueble —«que pertenece al banco»— okupado desde hace años, en el primer número de la calle del Pintor Sorolla, justo a la vuelta de la esquina del lugar del apuñalamiento. «Muchos gitanos okuparon el edificio hace tiempo, se engancharon a la luz. Viven de la droga», comentó un octogenario. «Se okupó según se construyó; un ala son gitanos y otra, bandas latinas», corroboró un hombre que trabaja en un taller cercano, recalcando que «hay de todo». «Una vez estaba en el taller y me mareé del olor que salía del edificio», dijo. Ayer, bajo las ventanas azules de la fachada, un grupo de personas charlaba en el portal del inmueble okupado, abierto de par en par y con vistas a las vías del tren. «No sabíamos nada», insistía una mujer sobre lo ocurrido. En el barrio corre el rumor de que los okupas ya han recibido varias cartas de desahucio, así como de un inminente desalojo. Delincuencia común El Grupo de Homicidios de la Brigada de la Policía Judicial se ha hecho cargo de la investigación, sin descartar ninguna hipótesis. Dos agentes de paisano interrogaban ayer al vecindario y entraban en los negocios en busca de cámaras de vigilancia. Según han informado fuentes policiales a ABC, el ataque «no está relacionado con bandas», pero sí podría ser delincuencia común por drogas. Se investiga si se trata de un ajuste de cuentas, como creen la mayoría de los vecinos. «Ya no sabemos dónde está el peligro», se quejaba una anciana. «A mi hija la atracaron en esta esquina», señala una señora, cerca del lugar del asesinato y más aún de un antiguo narcopiso.

De España https://ift.tt/2MCUFxU

0 comentarios:

Publicar un comentario