martes, 6 de septiembre de 2022

Sánchez embarra la relación con Feijóo y le acusa de estar al servicio de grupos de poder

Pedro Sánchez se ha empleado a fondo para enviar dos mensajes, durante su primer debate de envergadura con Alberto Núñez Feijóo en el Senado. Uno, que los españoles «pueden estar tranquilos», porque no habrá restricciones al consumo energético ni «apagones», como a su juicio dicen sin fundamento «la derecha y la ultraderecha», así como «sus terminales mediáticas». Afirmó que el Gobierno hará nuevas recomendaciones para afrontar el largo invierno energético que se atisba si persiste la guerra de Rusia contra Ucrania, pero que no serán «medidas dramáticas». Y el otro mensaje estuvo centrado en descalificar al líder de la oposición, del que dijo en varias ocasiones dudar entre si actuaba con «insolvencia» o «con mala fe». Sin embargo, el único anuncio realizado por el presidente en la Cámara Alta fue, de nuevo, una medida reclamada previamente por el PP, como ya ocurrió en su día con la bajada de los impuestos a la luz o el gas . En concreto, Sánchez explicó que se aplicará «una excepción» para las instalaciones de cogeneración de las industrias «con gran consumo de gas», para que de manera «temporal», matizó, queden cubiertas también por el mecanismo ibérico. Algo que afectará a industrias como la textil, la del ladrillo, la del papel o la de la cerámica, que representan «el 20 por ciento del Producto Interior Bruto industrial de España» y que podrán así, según el jefe del Ejecutivo, «mantener el empleo» pese a los embates de la guerra. Noticias Relacionadas estandar No Un debate con reminiscencias bipartidistas llevado hasta el estilismo: corbata, ¿sí o no? Gregoria Caro opinion No editorial Contra la crisis, barro Editorial ABC estandar No Pleno del senado Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo, ¿quién crees que ha ganado el cara a cara en el Senado? ABC opinion Si el retranqueo Carita de plan E Manuel Marín Todo sonaba nuevo, salvo por el detalle de que el coordinador general del PP, Elías Bendodo , había hecho esa propuesta el pasado sábado, como luego recordó Feijóo. En los pasillos de la Cámara, los populares animaban al Gobierno a seguir «imitando» las propuestas lanzadas por el PP. Ya en su primera intervención, y aun sin nombrar expresamente a Feijóo —quien había reivindicado en verano un debate de este tipo, dado que él no puede intervenir en el Congreso— Sánchez insinuó que el líder de la oposición se comporta, en lo referente a la crisis económica y energética, como un «chamán» o un «curandero» . Y un líder político, remató el argumento en clara referencia velada al presidente del PP, «no puede jugar con el miedo de la población». Optimismo económico En ese aspecto, y como hizo el lunes en su discurso de apertura del curso en La Moncloa, Sánchez lanzó un mensaje nítidamente optimista en el terreno económico. «Vamos a seguir creciendo» , vaticinó, tras recordar que diversos organismos dibujan un escenario en el que el PIB español crezca un 4% este año y un 2% en 2023. Admitió que es «menos de lo esperado», pero blasonó de que ese crecimiento será superior al de algunos socios comunitarios, entre ellos Alemania y Francia. Igualmente, auguró que t anto los salarios como la productividad «van a seguir creciendo». Lo primero, dijo, arrancando una ovación de la bancada socialista, «porque los trabajadores merecen un pago justo por su esfuerzo», y lo segundo, dijo, «gracias a las transformaciones estructurales que estamos haciendo», entre las que citó la reforma de la Formación Profesional (FP) o la nueva ley de Universidades. Sánchez insinúa que Feijóo actía como un «chamán» o un «curandero» que «juega con el miedo de la población» Fue en la réplica cuando Sánchez sacó todo su arsenal dialéctico contra Feijóo, en una intervención muy medida y preparada aunque por momentos pareciera que en previsión de un discurso distinto del dirigente popular. Sánchez habló de ETA, cuando Feijóo no lo hizo. Y de la renovación pendiente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), otro asunto que no había mencionado el presidente del PP y sobre el que le acusó de instigar a los jueces del Consejo General del Poder Judicial para que no cumplan la ley y no renueven el Tribunal Constitucional . En múltiples ocasiones, remarcó la idea de que Feijóo es un líder elegido, vigilado y condicionado por oscuros «poderes económicos» que incluso ocultan, a través de sus «medios afines», las «meteduras de pata» que a su juicio comete el expresidente de la Xunta de Galicia. «Su proyecto choca con la mayoría, y solo beneficia a unos pocos» le espetó, y ya hacia el final de su discurso, en respuesta a la oferta de pactos del popular, concluyó que «usted no quiere acuerdos, o mejor dicho, las poderosas fuerzas a las que usted representa no quieren pactos». Incluso llegó a aseverar que «quien le puso ahí fueron las grandes energéticas, las grandes corporaciones de este país». Feijóo habría querido un debate más genérico, pero se preparó para poner sobre la mesa el problema energético. Se encontró con un presidente del Gobierno que le 'copiaba' otra de sus medidas, y que actuaba más «como jefe de la oposición» que como jefe del Ejecutivo , según comentaron fuentes de Génova. «Me planteo si sus volantazos son fruto de la improvisación, de falta de rumbo o de las encuestas» , comentó el líder del PP, quien puso en duda todas las previsiones del Gobierno: «¿Quién le puede creer a usted? Tenemos el doble de paro que el resto de Europa ». El equipo de Feijóo atribuyó a los malos pronósticos demoscópicos del PSOE el tono bronco que utilizó Sánchez sobre todo en su réplica al líder del PP. Al final, desde este partido hicieron un balance positivo del debate: «Querríamos uno así todas las semanas». Incluso admitieron que se habían «divertido». Premios, no sanciones Feijóo llevó dos propuestas concretas . Por un lado, mostró a Sánchez un documento terminado, sin logos del PP para que pueda utilizarse por el Gobierno, con sus propuestas para el ahorro energético . Por otro, emplazó al presidente del Gobierno a romper con sus socios parlamentarios y apoyarse en el PP hasta final de la legislatura, para sacar España adelante. No obtuvo respuesta en ninguna de sus dos ideas. El líder del PP, al presidente: «Decir que me han puesto las empresas es un insulto a la democracia española» Ante su documento energético, que enviará a La Moncloa a lo largo de esta semana, como ya hizo con otras propuestas de pactos, solo obtuvo el desprecio de Sánchez, que dejó claro que no ve a Feijóo preparado para gobernar , ni tampoco para plantear ese tipo de ideas. El líder del PP propone impulsar el ahorro de energía, pero sin imposiciones ni restricciones, sino con consejos y recomendaciones. Así, una de sus propuestas más significativas consiste en no sancionar a quien no ahorre, sino en premiar con descuentos directos en los recibos a los consumidores, familias y pymes que sí lo hagan un tres, un cinco o un 20% en energía: «Prémielos, no incremente su recibo». En el documento que Feijóo mostró a Sánchez se incluyen ayudas a la actividad industrial, para evitar el cierre de empresas, pero también un ahorro en el sector público, una apuesta por las renovables y un aprovechamiento general de todas las fuentes de energía disponibles. Con esas líneas generales, Feijóo defendió un acuerdo sobre un nuevo modelo energético para España . El líder del PP t endió la mano a Sánchez para llegar al final de la legislatura sin depender de sus socios . «Nadie en España cree que es más constructivo Bildu que el PP. Nadie entiende que es más fácil una mesa de diálogo con ERC que con el PP. O que vaya a proponerle más ocurrencias el PP que Podemos», advirtió. «España no merece un Gobierno volátil, sobredimensionado ni sometido», subrayó Feijóo. Por eso, emplazó a Sánchez a romper con sus aliados y buscar acuerdos con el PP: «Cese a los ministros que no ha nombrado, a los que no están a la altura del momento critico que vive España, y busque apoyo en el partido que encarna alterativa». Por si se creaba alguna duda, Feijóo aclaró que el PP nunca será socio parlamentario permanente: «Pero siempre, siempre, siempre seremos aliados de nuestro país». Cuando la segunda parte del debate se convirtió de hecho en una pelea bronca en el barro, Feijóo lamentó que Sánchez y sus ministros descuiden sus funciones mientras se dedican a insultar . Y respondió de forma directa a una acusación de Sánchez sobre los 'grupos de poder' que supuestamente están detrás del PP: «Decir que a mí me han puesto las empresas es un insulto a la democracia española y a los militantes y simpatizantes del PP».

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