miércoles, 7 de septiembre de 2022

La risa de Mbappé y el futuro de los vuelos privados en Europa

El ataque de risa de Kylian Mbappé , delantero del Paris Saint-Germain (PSG), durante una rueda de prensa donde se comentaron los viajes de su equipo, en tren, autobús y avión privado, tendrá una consecuencia nacional y europea: la revisión de la fiscalidad de los desplazamientos aéreos particulares, «víctimas» de una confusa tormenta ideológica. La tormenta comenzó el mes de enero pasado y cobró virulencia en julio, cuando la asociación de extrema izquierda populista Attac (Asociación para la tasación de las transacciones financieras y la acción ciudadana) pidió la «supresión» pura y simple de los vuelos en aviones privados por esta razón: «Los ricos vuelan. Nuestro futuro se evapora». Durante seis meses, la petición de Attac quedó en el limbo de agitación verbal ultra izquierdista. Hasta que La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista), el partido de Jean-Luc Mélenchon, se apropió de la iniciativa de Attac, durante la canícula de julio y agosto. Attac, primero, LFI después, metieron en un mismo paquete, el de los «vuelos privados», el viaje de placer de un ultrarrico que toma su avión particular para ir de copas a Ajaccio (Córcega) con el viaje de un empresario que tiene negocios urgentes en Milán, o los viajes de un equipo de fútbol (jugadores, técnicos, directivos), con unos problemas logísticos y de seguridad graves y particulares. Mucho antes que Attac y LFI descubriesen el problema de los vuelos privados, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) publicó un estudio estadístico, con esta conclusión: durante la temporada 2019-2020, el 65% los cuarenta equipos franceses realizaron sus desplazamientos en avión , el 31% en autobús y el 4% en tren. En ese marco, jugadores del mismo equipo, el PSG, como Mbappé, Messi o Neymar, también tienen comportamientos muy distintos. Attac y LFI han atacado de manera virulenta a Messi, acusándolo de ser un «vicioso» de los aviones privados. Mbappé, por el contrario, ha gozado de una fama y popularidad a prueba de «polémicas». Hasta la rueda de prensa previa al encuentro del PSG contra la Juventus, cuando el entrenador del equipo parisino respondió con ironía muy cruda a una pregunta sobre el uso de transportes privados: « Van a estudiar la posibilidad de transportarnos en carros con velas…». Respuesta evidentemente irónica , que provocó un ataque de risa en Mbappé. Si a nadie se le escapó la ironía, la escena se transformó en una tormenta con rayos de punta demagógicos. El PSG y la SNCF (la Renfe francesa) han colaborado en muchas ocasiones. El PSG se ha visto forzado a pedir disculpas. Mbappé no sabe muy bien de qué se le acusa. Élisabeth Borne, primera ministra del gobierno de Emmanuel Macron, se apresuró a pedir «responsabilidad» al PSG. Clément Beaune, ministro de Transportes, ha sido el primero en sacar las consecuencias prácticas de la tormenta que culminó provisionalmente con el ataque de risa de Mbappé: « La UE abordará el problema dentro de unas semanas . Está en estudio una nueva fiscalidad y una nueva reglamentación». Sin entrar en la polvareda mediática, Mbappé se sorprende, en privado, de las reacciones a su ataque de risa. A título personal, el fútbol es algo más que dinero. «Para mí«, ha comentado el delantero del PSG, en alguna ocasión, lo importante son «los viajes, las culturas, las diferencias y el diálogo, viajando cada cual a su manera».

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