Cuanto más se acercan las elecciones, más gasta el Gobierno de Pedro Sánchez en publicidad oficial. Con los argumentos promocionales más variopintos, no hay ministerio que desaproveche la ocasión, que es de récord: 158,35 millones de euros a la mano del Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos para lanzar anuncios rematados con la marca 'Gobierno de España' y la del ministerio de turno. Ajena a la crisis, la partida presupuestaria dedicada a propaganda ha sido incrementada ampliamente a la medida de La Moncloa. Allí reside la maquinaria de información y estrategias de imagen del Gobierno. Eso incluye la planificación publicitaria, aunque luego cada ministerio administra su parte de ese multimillonario pastel. Desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa, el presupuesto dedicado a publicidad institucional manejada por el Gobierno se ha disparado un 124% . En el último año completo de mandato de Mariano Rajoy (2017), el Ejecutivo dispuso de una partida de 70,18 millones para tal fin. En los presupuestos del Estado del año siguiente se fijó en 71,57 millones. Esa es la cifra con la que se encontró Pedro Sánchez cuando, el 1 de junio de 2018, se instaló en La Moncloa gracias a la moción de censura que sacó adelante con los votos de Podemos y de los independentistas. Este 2022, sin embargo, la misma partida es más del doble , asciende a esos 158,35 millones de euros de los que se están nutriendo los distintos ministerios para ensalzar la marca del Gobierno con múltiples argumentos publicitarios. De hecho, el lanzamiento de campañas publicitarias gubernamentales se está acelerando mientras los partidos engrasan la maquinaria electoral: dentro de ocho meses, en mayo de 2023, habrá comicios municipales y autonómicos; y poco después, a finales del próximo año, tocan las elecciones generales, salvo que Pedro Sánchez opte por adelantarlas. Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 890 Código APP Incapaz de sacar adelante sus propias cuentas durante tres años, Sánchez salvó su primer trienio en el poder a base de prorrogar los presupuestos que había dejado Rajoy. Eso le impidió engordar el gasto en propaganda, pero lo disparó en cuanto consiguió aprobar sus propios presupuestos del Estado, los que entraron en vigor el 1 de enero de 2021. Doce meses antes, en enero de 2020, había echado a andar el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos. En su primer año de legislatura, la partida reservada para publicidad gubernamental ascendió a 66 millones , limitada por la prórroga presupuestaria que todavía existía por entonces. Pero querían el doble, y así fue en 2021. Los primeros presupuestos del Estado de Sánchez elevaron la partida de propaganda hasta los 123,38 millones. Un aumento del cien por cien de un plumazo. Ajeno a la crisis La crisis económica no ha frenado el afán propagandístico del Ejecutivo, herramienta directa para cultivar la imagen que proyecta el Gobierno y que se presta, también, a ser utilizada para influir en los medios de comunicación por la vía de la inversión publicitaria. Además de los 158 millones en publicidad institucional, el Gobierno controla otros 128 millones a través de entes y empresas públicas Ese incremento presupuestario récord que el Gobierno consumó en 2021 tampoco parece haber satisfecho las ansias publicitarias del Gobierno. Así que este 2022 le está dando otra vuelta de tuerca a este gasto y, en plena zozobra económica, ha engordado esa partida con 35 millones más que en 2021 . El resultado práctico se aprecia en la cascada de campañas publicitarias que están contratando los distintos ministerios en lo que va de año. Y ahora se observa un nuevo acelerón. Más de 160 campañas El plan de publicidad gubernamental para este año prevé el lanzamiento de 167 campañas. Muchas de ellas tienen un coste de varios millones de euros. Veinticuatro, para ser exactos, cada una de las cuales está presupuestada en al menos dos millones. Varias de rondan o incluso superan los 10 millones. La más costosa de las planificadas para el presente año es una sobre ciberseguridad, presupuestada en 22,92 millones de euros y que depende del Ministerio de Asuntos Económicos, el que dirige la vicepresidenta socialista Nadia Calviño. En ese mismo listado, la segunda campaña más cara depende del Ministerio de Igualdad, el controlado por Irene Montero (Podemos). Se trata de una campaña «para la promoción de la igualdad, la puesta en valor de sociedades diversas y la no discriminación», presupuestada en 10,7 millones . Es más de lo que el Gobierno ha previsto dedicar este año a publicitar la seguridad vial, 9,95 millones. El aparato informativo de La Moncloa también se ha encarecido con Sánchez Otro botón de muestra: en propaganda sobre la transición energética el Gobierno prevé gastarse este año más de 11 millones de euros en dos campañas. Y más ejemplos: el Ejecutivo se ha reservado más de cinco millones para propaganda contra «la brecha de género en el deporte», 3,47 millones para publicitar «el humanismo tecnológico», 2,42 millones para difundir las bondades del Ingreso Mínimo Vital, y cinco millones de euros para promocionar el Bono Cultural Joven. Publicidad «comercial» Además de esa cifra récord de 158,35 millones presupuestada por el Gobierno para contratar publicidad durante este año preelectoral, el Ejecutivo cuenta con otros 128 millones con el mismo fin, pero gestionado a través de entes y empresas públicas estatales . Legalmente no tiene la consideración de publicidad institucional, política. Técnicamente se denomina «publicidad comercial». Pero, en la práctica, también está controlada por el Gobierno, a través de los equipos directivos que coloca al frente de esos entes y empresas públicas. Y, al no estar condicionada por la normativa sobre publicidad gubernamental, el Ejecutivo puede gestionarla con mucho más margen de maniobra. Aparato de comunicación La publicidad controlada por el Gobierno entra de lleno en la estrategia de imagen del Ejecutivo. Y eso es un activo político para los partidos que lo componen. A más gasto publicitario , más capacidad de proyección. Es una ventaja competitiva que, en vísperas de elecciones, se convierte en un activo excepcional. MÁS INFORMACIÓN noticia No La ministra Montero se gastó un millón en siete días para publicitar la «belleza» LGTBI noticia No El PSOE consiente que el Congreso investigue la operación Cataluña a cambio de que no le afecte noticia No La reunión sobre el conflicto del Sáhara es una «farsa» tramada por Marruecos La otra gran pata de proyección mediática del Gobierno es su aparato de comunicación. Depende directamente de La Moncloa. Está controlado desde el Ministerio de Presidencia y cuenta con su propio programa presupuestario, el de «cobertura informativa» . Y Sánchez tampoco escatima dinero público para alimentar esta maquinaria de comunicación gubernamental. Los presupuestos del Estado dan fe de ello; el gasto ejecutado, también. En 2017, el último año completo que gobernó Rajoy, el Gobierno se gastó 55 millones de euros en el apartado de «cobertura informativa». Contrasta con los 72,8 millones que el Ejecutivo de Sánchez consumió en lo mismo durante el año pasado. Para el presente ejercicio ha engordado aún más el presupuesto de su aparato de comunicación, lo ha elevado hasta los 79,4 millones de euros, y hasta julio ya se había gastado 35 millones, según consta en la contabilidad oficial del propio Gobierno.
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