martes, 13 de septiembre de 2022

El capricho de Fernando VII en el Retiro resucita 18 años después

Isabel II solía subir al 'tintero', el palacete erigido por su padre en la 'montaña de los gatos' del Retiro, para visualizar los movimientos de las tropas carlistas que querían arrebatarle el trono. Aquella construcción desapareció a principios del siglo pasado, pero las grutas secretas que se escondían bajo el complejo siguen intactas. Ocultas a los ojos de los madrileños durante las dos últimas décadas, el Ayuntamiento de Madrid iniciará en la primera quincena de octubre la esperada rehabilitación de esta joya histórica tras varios intentos fallidos. La 'montaña de los gatos' es, junto con la Casa del Contrabandista –donde ahora se sitúa la discoteca Florida Retiro – y la antigua Casa de Fieras –reconvertida en biblioteca–, uno de los tres 'caprichos' que Fernando VII ordenó erigir en su 'Reservado' del Retiro para seguir el modelo del 'Pequeño Trianón' del palacio de Versalles. Se edificó bajo la dirección de Bernardino Berogán y el diseño del arquitecto real Isidro González Velázquez. Ubicada junto a la entrada de la Puerta de O'Donnell, se extiende hasta los parterres colindantes y la Casita del Pescador. Se trata de un terreno terrizo elevado que tenía en su exterior láminas de agua, cascadas y abundante vegetación. Bajo ella se oculta todavía una amplia galería abovedada. Precisamente, la última muestra que se realizó en la gruta de la 'montaña de los gatos' –llamada así porque los felinos silvestres que habitan en El Retiro convirtieron en su hogar esta colina– fue en 2002. Aquella exposición se extendió un año. Desde 2004, sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid no ha llevado a cabo ninguna actuación en la estructura. La gruta interior, que será remozada a partir de octubre para permitir realizar exposiciones AYUNTAMIENTO Solo en 2018, año que coincidía con el 150 aniversario del Retiro , se convocó un concurso público para la rehabilitación del espacio. Pero las intenciones quedaron en solo eso. La licitación quedó desierta. Las obras, que cuentan con un gasto plurianual de 2,6 millones de euros, se desarrollarán a lo largo de los próximos siete meses. «Vamos a recuperar un entorno emblemático muy querido por todos los madrileños. El Ayuntamiento de Madrid va a llevar a cabo esta actuación para recuperar y conservar nuestro patrimonio verde», manifestó ayer el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante (PP), tras visitar el interior de la instalación junto al concejal-presidente del distrito de Retiro, Santiago Saura (Cs). Una vez culminen las obras, en el interior se volverán a acoger exposiciones permanentes que estén vinculadas a la historia del parque. Vuelta al pasado La recuperación propuesta primará en todo momento el respeto a la construcción original, ya que se mantendrá el volumen de la bóveda, formada por una cúpula de 14 metros de diámetro y 11 metros de altura. También mejorará su cubrición, ya que fue construida para ser tapada con tierra y vegetación y así crear esta montaña artificial. La adecuación del espacio exterior busca recuperar la estructura y los caminos que existían en su proyecto original. Así, indican desde la concejalía competente, se conservarán «la zona superior de observación y los elementos de evocación pintoresca como las cascadas». La montaña cuenta con una serie de pequeños senderos ajardinados ascendentes rodeados perimetralmente de un conjunto de estanques sobre los que vierten tres cascadas artificiales dotadas de un sistema hidráulico de recirculación. La intervención permitirá recuperar esas cataratas y láminas de agua; mejorar el trazado y la renovar los caminos interiores. Se consolidarán los elementos patrimoniales y se adaptarán las zonas arbustivas y el patrimonio vegetal al espacio, renovando también la iluminación y el sistema de riego. El interior de la montaña, donde se organizaban las exposiciones, consta de un espacio de planta circular abierto con un óculo superior del que nacen cuatro galerías abovedadas que discurren por el interior del cerro artificial. El primero de estos pasillos, dispuesto en el eje perpendicular a la calle de O´Donnell, hace las veces de acceso. Los otros tres nacen desde el espacio interior, avanzan bajo la montaña en direcciones opuestas, hacia los estanques del perímetro en busca de la caída de agua de las cascadas exteriores. Control de las humedades Las operaciones de limpieza y reparación que se llevarán a cabo tan solo incluirán elementos indispensables en sustitución de algunos que fueron introducidos en la década de 1980 para garantizar el correcto funcionamiento de la edificación. «Con el fin de ofrecer a la construcción las condiciones idóneas, se desmontará un casquete ejecutado en los años 60, se vaciará el interior de la peana del templete, se levantará el pavimento hasta alcanzar la bóveda; y se construirá bajo el solado una plataforma de cámara ventilada que permita integrar un sistema mecánico de extracción y control de la humedad interior», explican desde el Área de Medio Ambiente y Movilidad. MÁS INFORMACIÓN La montaña de los gatos de El Retiro, el castillo donde Isabel II vigilaba a los carlistas La recuperación de esta joya del Retiro partió en su momento de una propuesta inscrita en los presupuestos participativos de 2016, ahora, décadas después, al fin, volverá a ser de los vecinos.

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