PESTAÑA bayern-barcelona-j2-champions-2022-2023 Crónica 4 COMPONENTE Ficha Crónica 2326711 La imagen está bien, el voluntarismo es dulce y tierno, pero en el fútbol como en la vida, lo que cuentan son los resultados, y aunque este equipo es mejor que el de temporadas anteriores, no puede ser considerado uno de los grandes hasta que no sólo gane partidos como el de esta noche, sino que sea capaz de tener una reacción más masculina ante las adversidades, en lugar de deshacerse como un azucarillo a la primera dificultad. Era un partido para medirse, para confirmarse, y el Barça empezó nervioso, perdiendo balones tontos. Primero Dembélé , luego Busquets, y Ter Stegen que como siempre que juega contra el Bayern, parecía que le pasaba algo raro. Inseguridad azulgrana, propia del niño que quiere lucirse ante los mayores, y ha estudiado para el evento largamente, pero a la hora de la verdad el miedo escénico le puede. Nervios y precipitación en los de Xavi , más cómodos los alemanes. No parecía imposible que el Barcelona se calmara y acabara controlando un poco el partido, pero los minutos iniciales fueron claramente locales con una presión altísima y unas transiciones vertiginosas de Davies. De todos modos Pedri fue el que primero pudo marcar pero Neuer a contrapié salvó con una rechace notable. Muy bien el canario, elegante en todas sus intervenciones. También brillante Marcos Alonso, gran ejercicio defensivo en zonas de peligro. El Barça iba encontrando sus espacios y Lewandowski la tuvo más clara que Pedri, y no es que rematar fuera fácil pero dio la sensación que le pesó el estadio. Neuer le paró un buen cabezazo, que había ganado el segundo palo. La imagen que ofrecía el equipo era la contraria a la de las temporadas anteriores. Las severas humillaciones sufridas, y merecidas, habían quedado atrás. Poco a poco fue creciendo, imponiendo su juego, y creando más ocasiones que el rival. El niño inseguro del principio se volvió adulto y presentó sus credenciales. El Bayern generaba poco y difuso, y cuando el Barça empezó a presionarle arriba tenía dificultades para salir. En el minuto 26 los de Xavi habían rematado siete veces y los alemanes sólo una. Pero de vez en cuando una jugada rápida dejaba claro que desdeñar la amenaza local era una temeridad. Partido de alto nivel, inteligente, rápido, con talento colectivo e individual, con Marcos Alonso engrandeciéndose en cada jugada y con Lewandowski tratando de superar la nostalgia. No es que jugara mal: dejó detalles de alta calidad, pero falló un par de remates que estábamos acostumbrados a que con él siempre entraran. Dembélé perdía más de lo que creaba, Busquets estaba más fino -curioso- en los duelos que con el balón. Koundé , concentradísimo, sólo tomaba buenas decisiones. Los dos equipos querían jugar, muy pocas faltas. Pedri estaba soberbio. Debut de Raphinha en la Champions: mejorable. Él y Dembélé fueron los más flojos: entre los dos perdieron 12 de los 18 balones que el equipo perdió durante la primera parte. Que el Barça estuviera en disposición de ganar era una victoria en sí mismo. Quedaba más que confirmado que se puede medir a cualquier rival. Faltaba por demostrar que era capaz de concretar una superioridad que si sólo se produce en el plano teórico no sirve para nada. El árbitro -y el VAR- le perdonaron un penalti clarísimo al Bayern, de Davies sobre Dembélé. Parece el típico victimismo catalanista/culé pero créanme que esta vez no era comedia. Justificado cabreo de Xavi. El Barça se fue al descanso con la sensación de haber sido mejor. Lo de Pedri es tan extraordinario que hay que decirlo dos veces. El pesimismo del día del sorteo se había vuelto confianza, aunque sin marcar toda esta retórica del regreso podría usarse al revés, como un escarnio. A la salida de un córner, Lucas Hernández marcó el primero. El único error de Marcos Alonso, que falló en la marca, lo pagó su equipo muy caro. No era una derrota dramática, que desmintiera la mejora de la primera parte, pero mostraba una candidez, una falta de madurez que es normal, y hasta cierto punto inevitable, en los equipos que apuntan maneras pero que están aún por hacer. Quedó tocado el Barça y Sané marcó el segundo. La retórica de la superioridad de la primera mitad, se volvía efectivamente un escarnio. Este equipo sirve para resolver partidos menores en España pero Europa le queda grande. Quedaron más cerca las pasadas goleadas del Bayern que el supuesto regreso del Barça al primer nivel de fútbol mundial. A fin de cuentas con Koeman también ganábamos al Cádiz. Iba a borrar los comentarios eufóricos del primer tiempo pero me pareció justo y necesario dejarlos. Necesario porque es importante huir de regocijos provincianos, que son los que celebran victorias que no han tenido lugar. Y justo porque yo fui el primero que incurrió en ellos, un poco como la pobre mujer que preside la ANC y que por haber ido 100.000 personas a la manifestación de la Diada, ha pedido al presidente de la Generalitat que volviera a proclamar la independencia durante la segunda mitad de 2023.
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