
Joan Laporta dio este viernes carpetazo a la era Messi en el Barcelona y no quiso generar «falsas esperanzas», descartando que haya quedado una puerta entreabierta para reconducir el caso y mantener caliente el sueño de la afición. No hay posibilidad de que el argentino pueda reincorporarse al equipo. Nada de estrategias ni maniobras. «La negociación ha concluido sin poder formalizar el acuerdo que teníamos con el jugador. No tenemos margen salarial y LaLiga no es flexible en cuanto a ampliarlo», señaló como causas del adiós de la estrella. La realidad es que no existe capacidad de maniobra porque el club se encuentra en una situación económica grave y el estado de las finanzas, según explicó, es como para echarse a temblar. En una larga comparecencia para aclarar la marcha del delantero, adelantada el jueves en un frío comunicado, el presidente reconoció que las pérdidas previstas para la temporada 2020-21 eran de 200 millones de euros, pero se han disparado hasta los 487, una cantidad que se suma a los 97,3 perdidos el curso anterior. La pandemia ha aumentado el agujero económico, pero Laporta apuntó a la anterior directiva de Bartomeu como causa de la ruina en la que navega ahora el Barcelona. En este angustioso escenario, y a pesar de lo que ha venido afirmando el propio Laporta en los últimos meses, la renovación de Messi resultaba un riesgo que el presidente ha decidido no asumir. «Estoy triste, pero hemos hecho lo mejor para nuestros intereses. Tenemos una institución que está por encima de todo, de jugadores y directivos, hasta del mejor jugador del mundo», aseveró. Laporta apuntó a la gestión de Josep Maria Bartomeu como causa de la marcha del argentino. «Hemos recibido una herencia nefasta. Esto ha hecho que la masa salarial deportiva sea del 110 por ciento respecto a los ingresos totales del club. No tenemos margen salarial», lamentó el presidente. «Daremos detalles y pondremos en conocimiento de los socios las conclusiones de la auditoría», añadió. La asfixiante situación económica del Barcelona viene de lejos.En este sentido, dos meses después de ganar las elecciones (marzo) Joan Laporta llegó a un acuerdo con Goldman Sachs para que este fondo de inversión le concediera un crédito de 500 millones de euros para refinanciar deuda. La marcha de Messi supondrá un pequeño respiro para el Barça, pero no la solución a sus problemas con el fair play financiero. Así, el presidente calculó que la salida del argentino permitirá reducir la masa salarial de un 110% de los ingresos totales previstos al 95%. Cifra insuficiente porque la UEFA aconseja que sea de un 70%. «LaLiga nos pide que cumplamos la normativa, es lógico. Querían tener a Messi en LaLiga, pero hay clubes que exigen que se cumpla la normativa y no van a hacer ninguna excepción por el hecho de que Leo pueda quedarse fuera del campeonato». Tensión con Tebas Con el inicio del torneo a la vuelta de la esquina, el dirigente admitió que la única vía para tener masa salarial para poder inscribir a Messi pasaba por aceptar el acuerdo entre LaLiga y el fondo CVC, por el que el fútbol español recibirá 2.700 millones. Una opción que descartó de plano. «No la vemos interesante de ninguna manera, por el importe y por el hecho de poner a disposición de esa operación, durante 50 años, parte de los derechos audiovisuales del club», esgrimió durante su comparencia. Afirmación que provocó que el presidente de LaLiga entrara en escena en la rueda de prensa con un mensaje en las redes, trasladado por los periodistas al dirigente azulgrana. «Hola Joan Laporta, sabes que la operación de CVC no hipoteca los derechos de televisión del Barcelona 50 años, lo que hace es que los mismos tengan más valor para todos los clubes y así tú los puedas hipotecar a tus bancos y resolver la gran deuda. Así lo entendías hace horas», escribió Javier Tebas en Twitter. Joa Laporta no tuvo problema en responder. «Puedo entender las formas jurídicas que articules, porque son ingeniosas, pero se trata de ceder o hipotecar los derechos audiovisuales, una parte y no todos, por medio siglo. Y esas operaciones con un horizonte de medio siglo, no debemos hacerlas. Te diría, querido Javier, que el importe fijado por CVC es muy inferior a lo que para nosotros se debería valorar el 10% de LaLiga». Rumores sobre el futuro Laporta dejó claro que tenía un acuerdo con Messi para que siguiera un mínimo de dos temporadas, pero que no se pudo rubricar por la imposibilidad de inscribir el contrato, que llegó a tener dos formas (dos años a pagar en cinco, o cinco años con menos salario por año), dentro del límite salarial y el fair play financiero marcado por LaLiga. «Desde LaLiga se nos insinuó de forma convincente que el contrato de cinco años podría entrar. Pero tras un análisis nos hacen saber que este contrato tampoco entra. Y eso ha desencadenado todo. Solo hubiera entrado el fair play aceptando hipotecar el club», en referencia al acuerdo con CVC. Mientras, Messi, que no esperaba este desenlace, comienza a recibir ofrecimientos y el PSG y el Chelsea han sido los primeros en moverse tras su salida, sin solución, del Barça.
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