La mujer postal

Querido rodríguez, pues sí. Soy yo, tu esposa desde aquella mañana en Las Rozas en que nos casamos y tu amigo Nieto dijo dos verdades y veinte tonterías. La niña/tu hija va y viene a las horas que quiere y que le dejan, que para eso yo soy su madre y la cuido. Y el niño, el Pablete, anda en lo suyo que es ir creciendo con cuidado y con desayunos de ColaCao. El niño se parece a ti, y la niña a mí. Sé que andas diciendo en el periódico que yo soy «tu Beatriz»; yo no soy tuya, que soy del viento, como diría Zapatero citando a un jefe indio. No sé si sabes que tus niños te... Ver Más

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