miércoles, 4 de agosto de 2021

La coalición PSOE-Podemos todavía no ha decidido ni cómo ni cuándo reunirse tras la reestructuración

Los cambios en la composición del Gobierno, que han tenido sus réplicas tanto en Unidas Podemos como en el PSOE a nivel orgánico, van a obligar a la coalición a reestructurar para el próximo curso los espacios de comunicación y negociación entre los socios. Esto estaba muy estructurado desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa, en junio de 2018, y evolucionó con la entrada de Unidas Podemos en el Ejecutivo. Pero el estallido de la pandemia y el convulso curso político que se cierra ahora eliminó esa periodicidad y esa cotidianidad en las discusiones del Gobierno, que tenían su punto álgido en los maitines que cada lunes celebraba Pedro Sánchez en La Moncloa con su núcleo duro. Fuentes del Gobierno aseguraban que en la última semana de julio todavía no se habían desarrollado reuniones en este formato, pese a que habían pasado ya dos semanas de la remodelación del equipo. La extensión de ese nuevo núcleo duro no ha quedado, por tanto, todavía fijada. La coalición se está engrasando en este nuevo comienzo en la relación previa que tenían tanto la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, como la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, con el nuevo ministro de la Presidencia y pieza clave del nuevo Gobierno: Félix Bolaños. Los participantes Desde que Sánchez llegó al poder estableció unos encuentros informales. Todos los lunes, a las 9.30, el presidente convocaba a Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Santos Cerdán, Adriana Lastra, Iván Redondo y Miguel Ángel Oliver. Engrasar y acompasar al PSOE con el Ejecutivo era el objetivo de ese primer momento en el que se constituyó un Ejecutivo que sabía que muy pronto iba a tener que ir a las urnas. Tras el 10 de noviembre de 2019, y al tener que entrar Unidas Podemos, Sánchez amplió la cuota del PSOE integrando a María Jesús Montero y Salvador Illa. Por parte de Unidas Podemos se incorporaron Pablo Iglesias, Irene Montero, Pablo Echenique y Juanma del Olmo. Este espacio de encuentro informal tendrá que reactivarse y refundarse. Al igual que la comisión de seguimiento del acuerdo. Esa reunión estaría integrada por dos miembros de Presidencia del Gobierno, dos de la vicepresidencia primera, dos de la vicepresidencia segunda, uno de la Secretaría de Estado de Comunicación, y los correspondientes portavoces parlamentarios. Pero todo esto ahora debe reordenarse. Los cambios Pero de todos esos nombres que componían los maitines de hace solo unos meses apenas va a quedar el presidente del Gobierno. Por la parte socialista, los nuevos referentes tras los cambios anunciados son Félix Bolaños en lugar de Carmen Calvo, Óscar López como jefe de gabinete en lugar de Iván Redondo, Francesc Vallès como secretario de Estado de Comunicación en lugar de Miguel Ángel Oliver y Fran Martín, que ocupa la secretaría general de presidencia que hasta ahora tenía Bolaños. A ellos debería unirse la nueva portavoz, Isabel Rodríguez. Y quien ocupe el puesto de Lastra como portavoz parlamentaria en el Congreso. Un cambio que podría sustanciarse en septiembre. Mientras que Unidas Podemos afronta el reto de convivir sin la figura hegemónica de Iglesias, Yolanda Díaz y su equipo, con su jefe de gabinete Josep Vendrell a la cabeza, tendrán la interlocución con Pedro Sánchez y Óscar López. También con Nadia Calviño y María Jesús Montero. Pero el peso también recaerá en Ione Belarra, que como secretaria general de Podemos está ya asumiendo negociaciones en su calidad de ministra de Derechos Sociales. El equilibrio entre ambas es una de las claves del próximo curso.

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