jueves, 9 de abril de 2020

Las Navas cierra sus puertas

La operación salida desde Madrid en busca de aire fresco es una de las instantáneas más repetida cada Semana Santa. Una imagen que se ha vuelto a ver en 2020, aunque desde el Gobierno estableció esta prohibición mediante el estado de alarma decretado por la crisis del coronavirus. Las Navas del Marqués, en la provincia de Ávila, ha sido uno de los municipios que más ha sufrido esta «avalancha» durante la cuarentena. Su alcalde, Javier Sastre, emitió ayer un bando en el que informó a sus ciudadanos, y sobre todo a aquellos que tenían previsto viajar hasta su pueblo, que bloqueará los dos principales accesos para evitar la llegada de visitantes a sus segundas residencias. Una decisión dedicada a aquellos que pudieran hacer «caso omiso a las condiciones de confinamiento establecidas, poniendo en peligro la salud de los naveros», explicó a Efe. El coronavirus ha llenado Las Navas del Marqués en las últimas semanas. Según el propio regidor, el municipio ha alcanzando las 14.000 personas cuando normalmente habitan allí en torno a 5.200. La primera remesa de nuevos habitantes llegó un día antes de que el Gobierno, el pasado 14 de marzo, aprobara el Real Decreto que establecía el estado de alarma. Miles de personas se desplazaron a Las Navas, la mayoría desde la Comunidad de Madrid, llegando a triplicar ese fin de semana su población. Una parte importante, entre 4.000 y 5.000 desplazados, según los cálculos de Sastre, decidieron pasar el confinamiento en la cuarta localidad más grande de la provincia de Ávila, «cumpliendo» el Real Decreto «igual que los naveros». Sin embargo, la llegada de la Semana Santa ha vuelto a disparar la afluencia en este pueblo abulense de nuevos habitantes que han creído oportuno durante estas fechas instalarse en sus segundas residencias. Sastre considera que la actitud de algunos en estos momentos es «temeraria» e «irresponsable». El incremento de población, hasta los 14.000 o 15.000 vecinos que se encuentran en estos momentos en Las Navas, viene corroborado por los datos. Desde el inicio de la crisis sanitaria, el consumo de agua en el municipio se ha viso triplicado. Además, la calle Principal, que el pasado 22 de marzo se encontraba vacía, este miércoles estaba llena de coches. También han notado la llegada masiva de nuevos naveros los supermercados, que se han visto abrumados con largas colas. «Tensión» vecinal Sastre incidió en que esta situación está generando cierta «tensión» entre los vecinos, que reprochan a algunos visitantes su llegada en estos días en los que están prohibidos los desplazamientos. Por eso, el alcalde ha ordenado «bloquear» dos de los tres accesos a la localidad desde la carretera CL-505, excepto la entrada principal al casco urbano, que se encuentra vigilada por la Guardia Civil. Esta medida se mantendrá siempre que «esté en vigor el estado de alarma o se dicte nueva resolución por la Alcaldía», según figura en el decreto del regidor navero, quien tiene la «sospecha» de que los que han llegado, lo han hecho «por la noche». Castilla y León sabe muy bien qué significa recibir foráneos en tiempos de coronavirus. Un ejemplo es Segovia, limítrofe con Madrid y donde el índice de infectados es superior incluso al de la Comunidad vecina (715 por cada 100.000 habitantes, según datos de la Junta). En la provincia de Ávila, una muestra más: Sanidad ha registrado cerca de 600 tarjetas sanitarias de madrileños desplazados temporalmente en marzo. El «máximo problema» es la «llegada masiva» de infectados de otras comunidades, advirtió ayer la consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado.

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