Robert Moreno rechaza a Ecuador

Los cinco meses que Robert Moreno estuvo al frente de la selección española (del 19 de junio al 18 de noviembre) le catapultó a la primera línea mediática y le proporcionó un estatus alimentado por las 7 victorias y 2 empates que clasificaron al combinado nacional para la próxima Europa como primero de grupo y cabeza de serie. «Tengo mucha ilusión de dirigir, de charlar, de hacer ruedas de prensa, mi pasión es hacer de entrenador. Es mi ilusión», aseguraba el técnico el pasado 28 de noviembre cuando compareció ante los medios de comunicación para dar su versión del desencuentro con Luis Enrique y de su salida de la selección tras el regreso del asturiano. Desde entonces ha recibido varias ofertas que ha estudiado. Desde el entorno del exseleccionador aseguran a este periódico que Moreno considera que se ha ganado el derecho a dirigir a un equipo del primer nivel a pesar de su escasa experiencia como primer entrenador por los méritos adquiridos dirigiendo a España en la fase clasificatoria de la Eurocopa. Quedarse en Europa y, especialmente, en la Liga Santander son su elección prioritaria. Este es el motivo principal que no haya visto claro la suculenta oferta que le ha llegado desde Ecuador. Francisco Egas, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), le hizo llegar a Moreno el interés para que dirigiera a la tricolor. Tras romperse el principio de acuerdo que el mandatario había adquirido con Jürgen Klinsmann, se había decantado por Robert Moreno, el siguiente en una lista de pretendientes en la que también están Fernando Hierro y el argentino Pékerman. Un emisario contacto recientemente con Yago Rama, agente del preparador. La oferta es interesante tanto económica como deportivamente. A los más de 1,3 millones de euros que le ponen sobre la mesa, Ecuador le ofrece liderar un plan integral para cambiar la cultura deportiva del fútbol ecuatoriano. No obstante, la receptividad de Moreno no es la adecuada y pretende un proyecto en el que no deba moverse de la Liga española, competición que conoce muy bien. Además, la pretensión del catalán es un equipo en el que pueda desempeñarse a diario, más que una selección, en la que la dinámica de trabajo es muy diferente y más esporádica. Robert Moreno ha dado instrucciones a su representante para que trabaje en una dirección determinada, la de buscarle, prioritariamente, un equipo de la Liga en el que pueda desarrollar un proyecto a largo plazo. En este sentido, por ejemplo, se descarta la posibilidad de entrenar al Espanyol, un equipo que se encuentra en una dinámica negativa, colista de la tabla y del que hacerse cargo puede ser contraproducente. En el momento de dejar la selección española, tras el retorno de Luis Enrique, Moreno recibió una llamada del Betis, que valoraba la posibilidad de dar un giro a su proyecto deportivo tras los malos resultados bajo la tutela de Rubi. Esta posibilidad está ahora en la nevera y no se descarta que en junio pueda desembarcar en Heliópolis.

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