Cuando en el minuto 63 de aquel partido Thomas Meunier le soltó esa patada a Eden Hazard, nadie pudo imaginar las terribles consecuencias que iban a producirle no ya a la estrella, sino a todo el equipo. Nada es lo mismo desde el enfrentamiento entre el Real Madrid y el PSG de Champions del pasado 26 de noviembre. Hoy, exactamente un mes después de que un belga dejara en la cuneta a otro belga, nos encontramos ante dos certezas, a cada cual más dura. La primera es que el conjunto de Zidane, sin Hazard, es mucho menos Real Madrid. Y la segunda es que el número «siete» blanco no podrá reaparecer en la Supercopa de España. Esta es la triste realidad que manejan tanto el jugador como los doctores del Real Madrid. El peligro: los médicos no desean que acelere los pasos, pues quedan cinco meses decisivos y no debe precipitarse Así pues, con Hazard no se juega, y lo que es más preocupante, sin Hazard tampoco se juega con la verticalidad hacia el gol de hace un mes, porque el rendimiento y sobre todo la contundencia del equipo en ataque han descendido de forma escalonada desde su salida forzosa del once. «Qué habría pasado en Valencia y en Barcelona si hubiéramos tenido a Hazard», comenta dentro y fuera del club, dejando aparta el litigio arbitral. Se ha echado de menos su fútbol vertical, directo al área, creando jugadas de gol y haciendo mejores a sus compañeros, con goles de Valverde, Kroos, Modric y Benzema nacidos de jugadas del belga «Si hubiéramos tenido a Eden en Barcelona y en Valencia, qué habría pasado», reflexionan en el seno del club, cuestión aparte del arbitraje. «Menudo patadón le dio su compatriota, ten amigos Para esto» señalan los aficionados blancos. El madridismo lamenta su ausencia porque fue precisamente unas semanas antes de recibir aquella patada de Meunier cuando comenzó a ejercer el gran Hazard. Meunier le rompió en su mejor momento Su dominio de los ritmos de los encuentros descubrieron un Real Madrid más moderno, más ágil, más intuitivo y más eficaz. «Eden», como le denomina el vestuario, parecía haberse librado de las cadenas que le retenían desde comienzo de temporada y su gestión del juego convertía en mejores y, más importante que esto, más eficaces a sus compañeros. Desde su lesión el equipo demuestra mucho orden, control y presión, pero ha perdido genialidad. 26-11-2019: la lesión ante el PSG. Su compatriota Meunier, que no fue ni amonestado, le clava los tacos en la pierna derecha, donde tiene una placa de titanio Hazard sufrió una entrada muy dura aquel 26 de noviembre, en el «perimaleolar de su pierna derecha», que hizo saltar las alarmas, ya que justo en ese lugar tiene implantada desde hace dos años una placa de titanio, tras otra patada cuando era estrella del Chelsea. 27-11-2019: mucho dolor. Todavía hinchada la zona, las pruebas médicas no encuentran una rotura, pero el belga advierte que siente fuertes dolores Su trabajo inicial de reposo y de sesiones de radioterapia ofreció una ventana a la esperanza de una recuperación acelerada, pero los dolores en esa pierna continuaban. Una vez que el edema desapareció casi completamente, los doctores, que le sometían a diversos exámenes radiológicos diarios, pudieron descubrir una diminuta fisura en el hueso: los tres milímetros más dolorosos y, por lo que se ve, más caros del fútbol. 3-12-2019: la fisura. Mientras el edema se reduce, Hazard se somete a nueve pruebas más, hasta que se descubre una fisura de tres milímetros Su trabajo diario en el gimnasio ha sido duro, fuera del foco, en esa oscuridad que siente el futbolista cuando se ejercita en solitario porque necesita ponerse bien para volver a brillar ante esas cámaras que persiguen a las estrellas cuando vuelven a la competición. Ha intentado volver a jugar cuanto antes, pero no todo es posible. La cuestión, importantísima a todas luces, del momento para que Hazard regrese a la competición, es algo que ya tienen asumido tanto los doctores como el jugador. Lo hará a finales de enero o a principios de febrero. Podría arriesgar y acelerar más los plazos para reaparecer el 8 de enero frente al Valencia en Arabia Saudí, en la semifinal de la Supercopa de España, pero el peligro sería mayúsculo. 1-2-2020: el derbi. El primer objetivo del belga es tener algunos minutos a finales de enero, ante el Sevilla o el Valladolid, para jugar jugar ante el Atlético Si fuera el último partido de la temporada, una final de Champions, o una penúltima jornada de Liga decisiva, forzaría y jugaría, como tantos jugadores han hecho en esas situaciones clave, comenzando por Mijatovic en la final de «la séptima». Pero es un encuentro en el ecuador de la campaña, con cinco meses por delante que serán determinantes para la Liga que ansía Zidane y para luchar por la decimocuarta Copa de Europa que anhelan todos. Se echa menos su creación El primer objetivo que señalan Hazard y los médicos es recuperarse bien para enfrentarse al Atlético el 1 de febrero en el Bernabéu. Y el reto a medio plazo es que el mediocampista haya adquirido la plena forma cuando se mida al Manchester City el 26 de febrero. 26-2-2020: el Manchester City: El reto principal de Hazard es recuperarse bien y adquirir la plena forma para encontrarse al cien por cien ante la visita del equipo de Guardiola el 26 de febrero, en los octavos de final de la Champions Se entrena al máximo para volver a demostrar ese punto de forma que le permitió lucir su mejor fútbol en noviembre, letal en sus incursiones. Fue el estandarte de la progresión del Real Madrid tras el punto de inflexión que nació tras la derrota en Mallorca. Toda la creación ofensiva pasaba por sus botas. Su baja se ha notado en los duelos ante el Valencia, el Barcelona y el Athletic. Se echó de menos su juego vertical en ataque.
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