El Hipódromo de la Zarzuela, que empezó el siglo con sus puertas cerradas y fue víctima de numerosos litigios, empieza a vivir una segunda era dorada en la que ya solo se habla de ocio, emoción y deporte. La mejor prueba de ello es el balance de espectadores con que termina el año: un total de 143.000 personas han pasado por esta privilegiada instalación, prácticamente única en Europa y en el mundo, porque pocos hipódromos se encuentran enclavados a ocho kilómetros del centro de una gran capital. Tampoco existe otra instalación que pueda presumir de una tribuna -conservada intacta desde su construcción en 1934 tal y como la idearon los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez junto al ingeniero Eduardo Torroja- que está declarada Bien de Interés Cultural y opta a la candidatura de Patrimonio de la Unesco. En definitiva, un fenomenal pulmón verde de 108 hectáreas en el que este mediodía se bajará el telón a 2019 con proyectos renovados para el año que está a punto de comenzar. Al frente de este monumental proyecto se encuentra desde hace algo más de un año Álvaro Gutiérrez, que está empeñado en abrir cada vez más el Hipódromo a Madrid y al resto del mundo. La mesa de su despacho está repleta de iniciativas para el futuro. Y no solo en lo que se refiere al turf: «Queremos que haya una oferta de ocio complementaria a las carreras. Este es un tipo de espectáculo único, que mucha gente no conoce y que vinculándolo a otros eventos estamos consiguiendo que cada vez más familias y niños vengan y se queden sorprendidos», asegura Gutiérrez, que para el próximo año ha conseguido vincular las carreras con otros deportes como el ciclismo -la última etapa de la edición de 2020 partirá del Hipódromo- o al boxeo -se celebrarán varias veladas los viernes-. «Tenemos unos aficionados muy fieles, pero también estamos captando un público joven, por ejemplo con las carreras nocturnas de los jueves de verano en las que hemos colgado el cartel de no hay billetes y que este año también ampliaremos a los sábados de julio», añade el presidente del Hipódromo, que tiene puesto el objetivo en las familias y sobre todo los niños: «Hemos abierto el Pony Turf a todas las hípicas de Madrid, con lo cual vamos a tener más carreras de ponys a lo largo del año. También abriremos los sábados, con ludoteca y parque infantil. Es una manera esencial de crear cantera». Otro de los empeños del actual equipo directivo es el de la internacionalización. Por eso, todas las jornadas, a excepción de las nocturnas, se celebrarán en horario matinal, con el objetivo del mercado asiático. «Son países con una enorme afición a las carreras de caballos y tenemos que aprovechar que en nuestra franja horaria prácticamente no existe oferta de hipódromos de otros países», reflexiona Gutiérrez, que destaca que otro aliado para esa visibilización, esta vez a nivel interno, será la emisión en abierto a través de Teledeporte. Dentro del programa de 40 jornadas, que tendrán una dotación de 3,6 millones en premios, habrá una cita especial el 8 de marzo, coincidiendo con el Día de la Mujer, en el que se celebrará un campeonato internacional con algunas de las mejores jocketas del mundo. «Será una manera de dar visibilidad a las mujeres como deportistas, en una modalidad en la que compiten de igual a igual con los hombres». Una cita especial dentro de un año especial para un Hipódromo en crecimiento.
De Deportes https://ift.tt/2ETePzk
0 comentarios:
Publicar un comentario