Lo mismo que el pescado comienza a pudrirse por la cabeza, el totalitarismo empieza a evidenciar sus contradicciones por el lenguaje. Eso es lo que le está sucediendo al independentismo catalán, retratado por sus propias palabras. Cuando le preguntaron a Puigdemont en Bruselas sobre la violencia en las calles de Cataluña, respondió que no se hallaba informado de lo que sucedía y habló de «grupos neonazis que están pegando a la gente». Torra no había dicho ni una sola palabra hasta ese momento. La consejera Laura Borràs fue más explícita y acusó a «ultras, policías e infiltrados» de ser los responsables de los incidentes. Elisenda Paluzie, presidenta de ANC, afirmó que «hay que acabar lo empezado» y culpó al Estado de la... Ver MásDe España https://ift.tt/2P68Kpt
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