¿Por qué se lesiona tanto Bale?

La última lesión de Bale, guardada en caja fuerte por el galés, cansado de que su día a día sea el saber qué dicen sus partes médicos, ha desencadenado una crisis entre el jugador y el club blanco que parece no tener fin. Su misterioso viaje a Londres, entre lunes y martes, tampoco ha ayudado a calmar las filtraciones y noticias sobre el estado de salud del galés y sobre su supuesta nueva intención de marcharse del club en el mercado de invierno con destino a China. Pero la pregunta ahora que se hace todo el mundo es qué lesión tiene Bale, algo desvelado por ABC ayer, un edema en el sóleo, y por qué el británico sufre tantas lesiones hasta el punto de haberse perdido la mitad de los partidos del Real Madrid, en sus seis temporadas y media de blanco, por culpa de una numerosas cantidad de dolencias. El origen está en su adolescencia. Antes de su adiós a Cardiff y de su instalación definitiva en Southampton, club que le fichó con 14 años, Gareth pasó los 18 peores meses de su adolescencia. A esa edad, pegó un importante estirón que afectó a su espalda y le limitó sus movimientos. Estaba más tiempo en reposo que sobre el césped y al Southampton le entraron las dudas. Su beca estaba en peligro. De hecho, hubo varias reuniones entre los padres de Bale y Huw Jennings, responsable de la Academia, sin buenas perspectivas para Gareth. Así que Rod Ruddick, responsable entonces de la Academia de jóvenes talentos del Southampton y descubridor de Bale, acudió al rescate: «Los Bale fueron la única familia que nunca me hablaron de dinero. Tenía que ser firme si quería convencer al club que Bale debía continuar. Así que hablé cara a cara con el presidente, Rupert Lowe, y le hice ver que no podíamos desprendernos de él. Rupert tuvo dudas, pero pasado el tiempo me agradeció aquella reunión», explicó Ruddick a este periódico hace tres años. Bale acabó jugando en el Southampton y muy bien, tanto que el Tottenham pagó por él en el verano de 2007 20 millones de euros cuando solo tenía 18 años. Allí también triunfo, y el Madrid abonó en 2013 100 kilos. Pero siempre le ha perseguido la fama de jugador de cristal, de poca tolerancia al dolor. Más de 30 lesiones en su carrera, 25 de ellas en el Real Madrid. Y todo por aquel estirón que hizo de su espalda y, por ende, de su musculatura, su talón de Aquiles.

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