El Real Madrid sufre un virus FIFA crónico. Está harto de soportar cómo Modric y Bale «lo dan todo en sus selecciones para llegar lesionados» al club, destaca un profesional de la entidad. El colmo de este problema se produjo el 13 de octubre, cuando Bale y Modric cayeron juntos en combate en el partido Gales-Croacia, que acabó con empate a un gol gracias a un tanto de Gareth que permitió la igualada y mantener las esperanzas galesas de ir a la Eurocopa. El precio que pagó el Real Madrid fue muy caro. Los dos no estuvieron ni en Mallorca ni en Estambul, donde su equipo dirimía su futuro en la Champions a vida o muerte. Bale tiene el umbral del dolor muy bajo y se queja de molestias que la resonancia no puede desvelar con certeza Modric ya ha obtenido el alta y podrá medirse al Leganés el día 30. Bale, no se sabe. Su equipo no emitió parte médico porque no hay una dolencia claramente detectable y el futbolista pide privacidad y se niega a que se publique su situación física. El número once madridista está en su derecho de no comunicar su estado y el Real Madrid cumple con esa prerrogativa personal. Pero no juega y los aficionados no saben por qué. 26 lesiones suma desde que fichó por el Real Madrid en 2013, de las que 19 han sido de sóleo y 14 se han concentrado en el gemelo izquierdo «Tiene unos calambres en el gemelo», manifestaba Ryan Giggs, su seleccionador, al final del encuentro frente a Croacia. La resonancia magnética realizada a Bale en la capital de España no indicaba una rotura en el sóleo. El delantero se queja de molestias. «Fatiga en el gemelo», es la frase que se pronuncia en Valdebebas. Le duele cuando fuerza. Y su miedo a romperse, también crónico, hace el resto en su mente. En cuanto siente problemas, el británico lo advierte al cuerpo técnico y se niega a jugar. Ningún riesgo Hace años adelantaba sus reapariciones cuando sentía esas molestias, en su ansia por jugar, y volvía a recaer. Ahora no quiere precipitarse, pues los dolores son en su historial médico el preludio de una rotura. Ya no arriesga. No desea romperse como en otras ocasiones y pasar dos meses en el anonimato. Al menor signo de duda, echa el freno y se descarta, se para. Los doctores del Real Madrid han constatado desde hace tiempo que «Gareth» posee un umbral del dolor muy bajo. Son ya numerosas las ocasiones en las que las pruebas médicas no desvelaban una lesión y el futbolista manifestaba que sentía dolores. Bale no era baja desde el mes de febrero. Hoy no tiene públicamente la baja oficial, pero lo está, pues suma dos partidos sin jugar. Se entrena en el gimnasio y en solitario en el césped. Lucas y Modric ya se ejercitan con el grupo y le han tomado la delantera. Lleva 7 partidos, 2 goles y 2 asistencias. Ha jugado seis en Liga, con esos dos tantos y dos asistencias. En Champions solo ha disputado 79 minutos, sin marcar ningún gol El Real Madrid no cree que reaparezca ante el Leganés el miércoles. Si evoluciona bien, tendrá minutos ante el Betis, el 2 de noviembre. Su objetivo es ser titular ante el Galatasaray cuatro días más tarde. Todo depende de sus sensaciones y de su confianza para jugar. Es un caso único. Su cabeza decide. Zidane no le presiona para jugar. Tiene hombres como Rodrygo, Lucas y Vinicius para cubrir la banda derecha y no se preocupa. Sabe cómo es Bale y lo que sucede cuando se siente así. Volverá cuando se vea en condiciones. El sóleo es su talón de Aquiles, físico y psicológico. El entrenador francés le ha considerado titular desde que supo que el delantero se quedaría en la plantilla, después de haber estado en el mercado durante el verano. Un reunión de Zinedine con la cúpula de la entidad le hizo saber que Bale se quedaba y su situación cambiaba en el escalafón del plantel. Ya no era transferible. El británico acumula 26 lesiones desde que fichó en 2013 por el Real Madrid y 19 han sido en los gemelos, 14 en el izquierdo. Su reto es volver a la competición ante el Galatasaray en la Champions. Solo lo decidirá él.
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